viernes, 26 de abril

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Opinión

Hoy es un día muy triste para La Solana

En memoria de Julián Simón González

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Por Pedro Manuel Moreno Cencillo.- Estamos viviendo días muy duros, tristes y dolorosos,  donde ni siquiera podemos estar cerca de quienes se nos marchan, tampoco despedirnos dejándoles una rosa. Días en donde cada lágrima que derramamos lo hacemos encerrados y en soledad, sin que nos dejen pasar eso tan humano del duelo para poder seguir adelante. Toda muerte es irreparable, fundamentalmente para familiares, pero especialmente la tuya, querido Julián.

Se nos hace cuesta arriba. No solo es una gran perdida para tu familia, es también para aquellos que fuimos tus alumnos, tus compañeros de partido, y quienes compartimos contigo esas conversaciones tan sabias, esas lecciones que nos dabas. Hoy en La Solana perdemos una gran persona, porque hoy algo se nos va contigo dejándonos a los solaneros y solaneras huérfanos de un referente como lo has sido tú.

Con lágrimas en los ojos no podía hacer otra cosa que no fuera escribirte estas palabras, desde la rabia y el desgarro de haberte perdido. Pero quiero hacer lo que tú me enseñaste, no solo a juntar palabras sino también que esas palabras llegaran desde lo más profundo de mi alma, porque si ahora he crecido como profesional, ha sido porque tuve muy buenos maestros en aquel “Romero Peña” en el que fuiste uno de ellos; porque te empeñaste en que yo creciera como alumno y que volara como persona.

Con el tiempo pasé de ser ese niño a convertirme en quién soy, compartimos militancia en la casa de los socialistas de nuestro querido pueblo a la vez que seguía escuchándote y preguntándote como ese alumno que atendía en el colegio. Ahora ya no te podre llamar en unas elecciones cuando ibas de apoderado representando nuestras siglas en el Colegio el Santo, ese barrio que tanto cariño le tenías, porque fue donde te criaste, siempre que nos veíamos me preguntabas por mi vida, te interesabas por mi trabajo, por como estabas, y cuando tuve un problema de salud serio me encontré unas palabras de esperanza tuyas.

La Solana se distingue por muchas cosas, pero tu fuiste unos de sus alcaldes, de los que dan ejemplo. Eres el referente de quienes nos apasiona la política, querido Julián, ejemplo de honradez y compromiso. Te distinguías por las buenas maneras y el civismo, un hombre de principios y valores democráticos que no gustaba de apuntarse méritos propios. Incluso en momentos como este en el que te has ido, nos hace falta un político como tú, capaz de encontrar el camino en el diálogo. Tu ejemplo y tu sonrisa destruía cualquier radicalismo o tensión. Éste es un viernes triste porque nos deja un hombre bueno honrado y coherente.

Hoy por este maldito bicho llamado covid-19 no podemos ni tan siquiera despedirte y estar cerca de tu mujer Mari Loli, de tus hijas e hijo, Chelo, Inma y Julián, de tus nietos y de tus hijos políticos, se ha ido el marido, el padre, el abuelo, el suegro, pero se queda tu espíritu, el referente para aplicarte como ejemplo. Mi cariño desde estas líneas a tu familia, descansa en paz, maestro.