sábado, 20 de abril

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Sociedad

El Gobierno condena el ataque terrorista en Burkina Faso en el que ha fallecido el misionero salesiano afincado en Ciudad Real Antonio César Fernández Fernández

El trágico suceso se produjo tras recibir tres disparos durante un ataque yihadista perpetrado a cuarenta kilómetros de la frontera sur de Burkina Faso, el Gobierno de España ha tenido conocimiento del asesinato, ayer viernes 15 de febrero, del sacerdote salesiano español Antonio Cesar Fernández, que se encontraba viajando en ese momento por Burkina Faso en dirección a Uagadugú, en donde residía

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Antonio César Fernández

​El ataque terrorista tuvo lugar cerca de la localidad de Cinkanssé, en Burkina Faso, muy cerca de la frontera con Ghana y Togo, además del religioso salesiano español hay más fallecidos.

El embajador de España en Malí, acreditado también ante las autoridades de Burkina Faso, se ha puesto ya en contacto con los familiares del fallecido para trasladarle el pésame y ponerse a su disposición. El embajador se desplazará a la brevedad posible a Burkina Faso para asistir en toda la tramitación necesaria.

El Gobierno de España expresa su más enérgica condena y consternación por estos hechos y solicita a las autoridades de Burkina Faso la apertura de una investigación que aclare las circunstancias de este asesinato, para lo que ofrece su entera colaboración.

Antonio César Fernández Fernández, nacido en Pozoblanco el 7 de julio de 1946, y afincado en Ciudad Real, fue misionero en diversos países de África desde 1982, siendo fundador en dicho año de la presencia salesiana en Togo, siendo su primer destino. A lo largo de su trayectoria trabajó como maestro de novicios (1988 - 1998) y ejerció, entre otras funciones, como delegado de la AFO en el Capítulo General 25 (2002). En la actualidad ejercía su ministerio en Burkina Faso. Tenía 72 años de edad y había cumplido los 55 de salesiano y los 46 de sacerdote.

Este ataque se enmarca dentro de la ola de violencia que asola Burkina Faso desde 2015, en un contexto que ha vivido un recrudecimiento de la amenaza terrorista en las últimas semanas tras la celebración de la V Conferencia de jefes de Estado del G5 del Sahel, en la que este país asumió la presidencia rotatoria.