"Fuera fascistas de la universidad" en relación al acto de Vox en el campus de Ciudad Real

Es inadmisible que desde la universidad de Castilla-La Mancha se le esté dando un espacio, y por tanto voz a tal partido que, bajo la palabrería típica de la ultraderecha, esconde sus verdaderos intereses (los de beneficiar a la minoría social española de ricos) y sus valores homófobos y contrarios a los derechos de las mujeres y de las y los trabajadores. Un partido que, además, en materia educativa, pretende potenciar la educación privada y concertada mediante el cheque escolar y convertir los centros públicos en guetos y que se inventa la historia de España para “reconquistar” Andalucía. La universidad no es lugar para semejante partido.

Los valores de Vox son totalmente opuestos a los valores de igualdad y de respeto que desde nuestra universidad se promueven y que desde el Rectorado se deberían defender. ¿Para qué sirven entonces tantas jornadas de charlas y conferencias sobre temas como los derechos de la mujer, el papel de la mujer en la ciencia, la pobreza organizados por la universidad, cuando se pretende actuar de altavoz de un partido que se opone al aborto libre, que defiende los valores tradicionales de mujer sumisa, y cuyas propuestas se basan en precarizar los servicios públicos, arrastrando así más a la pobreza a la clase obrera y al pueblo español?

Conociendo la trayectoria del rector de nuestra universidad, Miguel Ángel Collado, no nos extrañan este tipo de sucesos. Éste es un claro ejemplo de la completa arbitrariedad con la que cede los espacios de la UCLM y con la que gobierna la universidad, cuando en más de una ocasión se han puesto trabas a la organización que firma este texto (compuesta por estudiantes) para realizar eventos en el campus. Tampoco podemos olvidarnos de la represión de un piquete informativo la mañana del 14-N de 2012, día de huelga general, ante el cual, Collado no se posicionó ni dio explicaciones de si había permitido la entrada de la Policía en el recinto del Campus.

La universidad debe ser una institución democrática que aspire no sólo a formar trabajadores, sino a transformar y mejorar nuestra sociedad. Por eso exigimos al rectorado que no actúe de cómplice de la ultraderecha y decline la cesión de nuestros espacios, los espacios de la comunidad universitaria, a Vox. No hay cabida para la ultraderecha retrógrada en nuestra universidad.