jueves, 18 de abril

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Opinión

Recentralizar la educación

Artículo de opinión de Emilio Nieto López, Primer Decano de la Facultad de Educación UCLM

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Según la Sentencia del Tribunal Constitucional de 17/1990 de 7 de febrero, el Estado se reserva además de la titularidad de la competencia transferida el Control sobre el ejercicio que realiza la Comunidad Autónoma sobre esa competencia cedida. El artículo 150 de la Constitución Española de 1978 concede al Estado la potestad para revocar la transferencia cedida a la respectiva Comunidad Autónoma debido a que éste no cede todas las potestades sobre la competencia transferida y por lo tanto sigue manteniendo su titularidad, por lo que en el ejercicio del control que le corresponde puede revocar la transferencia asumiéndola nuevamente porque dicho artículo no impone que la transferencia sea irrevocable.

Como hemos señalado en varias ocasiones, las comunidades autónomas españolas no fueron creadas de la misma forma y manera ya que aquellas autonomías que supieron esgrimir el falso apelativo de históricas (porque poseían estatuto en la república) lo hicieron por el artículo 151 de la Constitución (País Vasco, Galicia, Cataluña y Andalucía) y aquellas otras, claro está, de segundo rango o nivel, lo hicieron por el artículo 143 y por lo tanto con un nivel competencial diferente y menor. Por otro lado, deberíamos tener en consideración dos grandes momentos en el tema de la cesión de competencias del estado central a las Comunidades Autónomas: En el primero, entre 1981 y 1984, se transfirieron 486 funciones y servicios a las regiones españolas. En el segundo, evidentemente, hasta que se promulgó de la Ley Orgánica 9/1992 de 23 de diciembre por la que se transferían competencias, entre otras, educación, a las Comunidades Autónomas que accedieron a la autonomía por la vía del artículo 143, éstas, prácticamente, la mayoría, no pudieron configurarse como autonomías propiamente dichas porque no tenían las competencias que lograron de un plumazo las mal llamadas históricas.

Ya tenemos la primera gran diferencia competencial en educación entre unas comunidades y otras. Mientras las mal llamadas históricas organizaban sus transferidas competencias, las demás miraban al cielo para saber cuándo podían conseguirlas porque además las autonomías del 151 no veían con buenos ojos que todas las regiones de España alcanzaran los mismos niveles competenciales como ocurre en estos momentos y por lo tanto se dedicaban a poner palitos en la rueda de la cesión de competencias.

Generalmente, Cataluña y el País Vasco han apoyado al gobierno nacional, ya del PP ya del PSOE y a cambio de ese apoyo, en las elecciones generales, los respectivos gobiernos les han ido cediendo competencia tras competencia hasta el límite de no saber que ofrecerles como ocurre en este momento cuando Cataluña pide abiertamente la independencia y la excarcelación de unos golpistas que atentaron contra la constitución y contra la soberanía del pueblo español.

Posiblemente la descentralización competencial no está bien definida en la Carta Magna pero este problema se agranda cuando unos van delante y la mayoría detrás esperando conseguir lo que los primeros, tiempo ha, consiguieron por medio de privilegios que nunca se debieron consagrar en una Constitución del siglo XX. Creo que el reparto de competencias se debería haber estudiado mucho más sosegadamente y nunca se debería haber llegado al estado actual en el que el gobierno central se encuentra despojado de prácticamente todo su poder competencial y por lo tanto de ejercer, como debería el control y la titularidad que le concede la Constitución.

No cabe duda que ha habido una dejación de funciones por parte de los gobiernos centrales de ejercer ese control y esa titularidad que le corresponde muy especialmente en lo tocante a competencias que nunca deberían haberse cedido a las comunidades autónomas, como por ejemplo la educación y la sanidad. La educación como elemento cultural de primer orden y como aspecto regulador de la convivencia y el buen funcionamiento de las regiones españolas. ¿Acaso no sabían los gobiernos del PP y del PSOE que ceder la competencia educativa a las comunidades, mal llamadas históricas, no engendraba un gravísimo problema? ¿Acaso no eran conscientes que las competencias deberían ser consensuadas por igual para todas las autonomías? ¿Acaso nunca leyeron a Elio Antonio de Nebrija cuando decía: los miembros y pedazos de España que estaban por muchas partes derramados, se redujeron y juntaron en un cuerpo y unidad de reino? La forma y trabazón del cual así está ordenada que muchos siglos, injuria y tiempos no la podrán romper ni desatar"

Querido Antonio de Nebrija, en estos momentos, tenemos en tu querida España y mía 17 modelos educativos, algunos con objetivos claros de destruir la lengua de Cervantes y la tuya claro está, pero los poderes públicos, antes tan celosos cuidadores de lo nuestro, de nuestra cultura de nuestra lengua castellana, han tirado la toalla y han concedido todo por nada, para que nuestra gran lengua, la segunda más hablada en el mundo después de la China, sea maltratada en nuestra propia tierra española.

En estos momentos, en España, hay, como acabo de decir, diez y siete regiones, nacionalidades o autonomías con más competencias que ningún federalismo del mundo, pero con el menor control del estado central también del mundo. Los gobiernos regionales implantan nuevas asignaturas y las dotan con el profesorado que estiman conveniente. Los padres han perdido el derecho a llevar a su hijo al colegio que les interese porque debe hacerlo al más cercano. A los directores escolares no se sabe muy bien quien le elige, pero todos menos el claustro de profesores que ha desaparecido del mapa escolar. Los niveles de conocimientos varían más de 20 puntos de una comunidad a otra, pero no se impone ninguna norma de evaluación general ni ninguna reválida que cuantifique los resultados de las distintas Comunidades Autónomas

Cuando un nuevo partido llega al gobierno, sea de la forma que sea y por el tiempo que sea, lo primero que intenta realizar es un cambio en la ley educativa para, si es posible, derogar la que hizo su antecesor en el gobierno. El nuevo que ha llegado y que posiblemente esté ya pensando en convocar elecciones ya ha empezado el melón de cambiar, mejor derogar el artículo 109. 2 de la LOMCE sobre la oferta de plazas para ofrecerlas desde el poder y no desde la demanda social porque esto es peligroso. Desea la igualdad de todos los estudiantes cuando esto es imposible porque esa igualdad que no la quiere nadie, ya que va contra la naturaleza diferente del ser humano, y si es posible eliminar toda la enseñanza concertada para hacerla complementaria de la pública, claro está sometiéndola a su dominio. ¿Ya han abandonado ustedes la idea, aprobada por toda la sociedad, de llegar a un Gran Pacto Nacional por la Educación?

Derogará los itinerarios segregadores según dice la ministra Celaá porque el rendimiento no es importante. Eliminará las reválidas y por lo tanto el posible control y evaluación que la Constitución concede al Estado. Disminuirá la competencia, el esfuerzo y el trabajo ya que se podrá pasar a segundo de Bachillerato con asignaturas suspensas. De no hacerlo así, se hace un grave daño al estudiante que no estudia; pero eso sí, se perturbará al que trabaja y rinde con su esfuerzo. Por supuesto habrá que eliminar la religión, no faltaba más, ya saben ustedes que siempre que llegan los socialistas al poder realizan tres cosas: Desentierran a los muertos de la triste Guerra Civil española, suben los impuestos y arruinan a España.

Pues bien, no parece de recibo que se pueda jugar tanto y de qué manera con la educación. Desde que se implantó la democracia en España hemos tenido multitud de leyes educativas tantas como legislaturas o más. Sirva de ejemplo: 1970 La ley General de educación y financiación de la Reforma educativa. En 1980 la LOECE; 1985 la LODE; 1990 la LOGSE; 1995 la LOPEC; 2002 la LOCE; 2006 la LOE; 2013 la LOMCE. ¿Esto le parece bien a alguien salvo a ustedes? Creo que la educación es mucho más que hacer leyes que nadie cumple porque estamos hartos de imposiciones que duran dos o tres años y luego se cambian. !YA, UN GRAN PACTO NACIONAL POR LA EDUCACIÓN y mientras esto no llegue pido a los respectivos ministros que no hagan nada y que se queden quietecitos porque están más guapos.