jueves, 25 de abril

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Sociedad

Reivindican unas fiestas libres de agresiones machistas

En feria, ¡la fiesta y la noche también son nuestras!, es el comunicado que realizan desde Colectivo de la UJCE en Ciudad Real

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Ante la celebración de la feria de Ciudad Real, desde la UJCE queremos señalar estas fiestas como un espacio en el que crece el sufrimiento de agresiones machistas. Así, las mujeres tenemos que soportar comentarios, tocamientos o, incluso, violaciones, como la denunciada recientemente en nuestra ciudad.

Agresiones que se ven justificadas de forma totalmente inaceptable por el ambiente festivo y el consumo de alcohol. Se cuestiona nuestra propia capacidad de reconocer cuándo y cómo hemos sido agredidas. Junto al precedente que sienta la impunidad de La Manada, no nos deja otra opción que apoyarnos y defendernos entre nosotras mismas.

Por tanto, apoyamos el trabajo que el movimiento feminista organizado está llevando a cabo en el punto violeta del Quijote Arena. Desde este espacio, se ejerce la legítima autodefensa ante las agresiones machistas y se ofrece acompañamiento y seguridad a las víctimas.

Pero no solo sufrimos el machismo en la fiesta, Por ello, queremos poner el acento en la situación de las trabajadoras que sostienen estas fiestas. Son utilizadas como reclamo en los distintos locales y expuestas a agresiones por parte de los clientes. Y ello en el contexto de unas fiestas centradas en el beneficio de los hosteleros locales y sostenidas sobre una precariedad laboral extrema. Se evidencia la alianza criminal de Patriarcado y Capital.

Por todo ello, desde la UJCE en Ciudad Real reivindicamos unas fiestas libres de agresiones machistas. Unas fiestas en las que el alcohol o el ambiente festivo no justifiquen los abusos ni cuestione a las mujeres que los sufrimos. En las que ni trabajadoras ni quienes disfrutamos de la fiesta seamos reclamo y objeto de consumo. Porque no somos mercancía, ni en la barra ni en la pista. Pero también queremos unas fiestas en las que se respeten rigurosamente nuestros derechos como trabajadoras. Y, por último, unas fiestas de mayor contenido popular y colectivo, frente a un modelo centrado en los beneficios de los grandes hosteleros locales.

¡En las barras y en las pistas, la fiesta y la noche también son nuestras!

 

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