Si Cospedal ganara las primarias del PP sería muy dañino para España

Ayer entre bombo y platillo, acompañada por los suyos y las suyas en Toledo, María Dolores de Cospedal anunció la decisión de optar a la presidencia nacional del Partido Popular, son muchos los ojos que están observando la gran batalla o guerra sin cuartel que se puede producir por estas primarias, y por los enfrentamientos y rivalidades que desde hace tiempo se tienen Cospedal, y la exvicepresidenta  Soraya Sáenz de Santamaria, aunque el debate más preocupante, es lo que representan los hechos que Cospedal hizo en Castilla-La Mancha durante su etapa como presidenta, un gobierno que produjo mucho dolor en nuestra tierra, políticas sin almas, sin piel, convirtiéndose en la campeona de los recortes, y utilizando nuestra tierra como un laboratorio, para elevar y aplicar los experimentos de sus políticas a nivel nacional.

Desde el respeto al proceso interno del Partido Popular, hay que darles la bienvenida a este modelo de elección de liderazgo, alegrándonos de la renuncia de la “dedogracia”, esa democracia interna es saludable, aunque recuerdo cuando criticaban con dureza a otros partidos políticos en su primarias, como las de los socialistas, que les criticaban acusándoles de estar mirándose al ombligo en vez de mirar los problemas de los ciudadanos y poder resolverlos, pues que tomen nota, porque ahora son los populares los que se están mirando al ombligo, en una guerra sin cuartel, en donde promete el día a día, por el fuego amigo, y los posibles tiros a discreción, o incluso a quemarropa, y sin disimulo,

Pero la mayor preocupación es como Cospedal  pueda liderar un partido con vocación de Gobierno en España, y con una mano recortaba fondos públicos en nuestra tierra, perjudicando a los ciudadanos, y con la otra tapaba aquellos que se los llevaban a paraísos fiscales, no es bueno para España que la máxima dirigente del PP sea conocida por algo tan turbio como esas declaraciones sobre Bárcenas, justificando aquella “indemnización en diferido”.

El Gobierno de Cospedal en Castilla-La Mancha se caracterizó por ser la campeona de los recortes, en sanidad, 3.000 profesionales menos, en la educación, recortó más del 30 % y despidió a 6.000 docentes, recortes que se extendieron a las inversiones públicas y a los servicios públicos de la región, llevó a cabo una política de represión hacia sus adversarios políticos y hacia los propios ciudadanos que se manifestaban en contra de los recortes, manipuló la Radio y Televisión Pública y la utilizó para sus propios intereses y los de su partido, además, nos trajo que lo que nadie quería, un basurero nuclear, en contra de la opinión de la mayoría de los ciudadanos de la región, y se llevó todo el agua que pudo del Tajo aprobando de forma sistemática trasvases al Levante e ignorando que esos recursos hídricos son necesarios para el desarrollo económico y agrícola de la región.

Desde el respeto al proceso interno del PP, los militantes deben reflexionar muy bien si Cospedal, está en condiciones de encarnar esa regeneración de la que hablan, en cualquier caso, también ha quedado de manifiesto que Cospedal siempre utilizó a Castilla-La Mancha como instrumento para ascender en su carrera política.

Nunca apostó por nuestra tierra y nunca la defendió, muchos de sus votantes hoy seguramente se sentirán defraudados, y lo habrán constatado aún más al comparar sus declaraciones de hoy, en las que destacaba como “el mayor honor” que ha tenido el haber sido secretaria general del PP frente a las declaraciones de Feijóo en las que priorizaba a los ciudadanos de su tierra a los que “jamás les fallaría”.