Director: Henry Hathaway
Intérpretes: Steve McQueen, Karl Malden, Brian Keith, Arthur Kennedy, Suzanne Pleshette, Raf Vallone, Pat Hingle, Howard DaSilva, Martin Landau
Sinopsis: En California, en la época de la fiebre del oro, tres pistoleros asesinan a los padres del joven Max Sand. El muchacho, cegado por el odio y la sed de venganza, emprende la búsqueda de los asesinos y se convierte en un pistolero solitario que se hace llamar Nevada Smith. Western basado en la novela "The Carpetbaggers", de Harold Robbins.
Algún día espero que se haga adecuada justicia con el genial cineasta, le han despachado muchas veces com artesano como si ello fuera un desdoro, que firma esta verdadera joya del Oeste. Me refiero a Henry Hathaway. Unas 60 películas le avalan, ni una mala que yo recuerde, con una puntuación media superior al notable y con un puñado considerable de obras maestras: EL CAMINO DEL PINO SOLITARIO, TRES LANCEROS BENGALÍES, SUEÑO DE AMOR ETERNO, ENVUELTO EN LA SOMBRA, A 23 PASOS DE BAKER STREET, YO CREO EN TI, EL BESO DE LA MUERTE, EL PRÍNCIPE VALIENTE, NIÁGARA o ROMMEL, EL ZORRO DEL DESIERTO.
En el terreno del western, son igualmente numerosos sus trabajos magistrales: la primera versión de VALOR DE LEY que puso en bandeja a John Wayne su único Oscar, EL JARDÍN DEL DIABLO, ALASKA TIERRA DE ORO, EL PÓKER DE LA MUERTE, CÍRCULO DE FUEGO, LA CONQUISTA DEL OESTE, EL CORREO DEL INFIERNO, la aquí comentada o LOS CUATRO HIJOS DE KATIE ELDER.
Precisamente entre esta última y EL ÚLTIMO SAFARI, rodaría NEVADA SMITH, los tres trabajos con algo en común, hablan de un tiempo que se va, del ocaso físico y social. Pero con una particularidad respecto a obras parecidas de otro genio del género, Sam Peckinpah, ofrece un tratamiento límpido, resplandeciente, prístino, nada embarrado de estos asuntos. Están contemplados desde una serena elegancia. Así es, precisamente, esta película, basada en el personaje creado por el fabricante de best sellers Harold Robbins para su exitazo “escandaloso” LOS INSACIABLES.
El mismo que viste y calza fue encarnado admirablemente por ese grandísimo actor llamado Steve McQueen, uno de los símbolos por excelencia, junto al propio Wayne, Mitchum, Widmark o Peck, de la virilidad masculina como tal, sin ninguna otra connotación. A través de ese rostro mineralizado que le identificaba y su plausible sobriedad expresiva, matiza aquí admirablemente la evolución de este individuo que le cae en suerte, Max Sand, ese mestizo, ese pistolero ávido de venganza.
Aparte de mostrar ese mundo en sutil transformación, en crepúsculo, esta road-movie física, agreste, de corte y confección clásicos, constituye todo un tratado sobre la dignidad humana, también sobre el odio y sobre la maldad que podemos llevar dentro de nosotros.
Da gusto ver la modélica limpieza y claridad narrativa con la que Hathaway despacha estas cosas. Su duración no es breve precisamente, 128 minutos, pero podría haber sido el triple y seguro que nos hubiera tenido igualmente enganchados a la pantalla. Porque este formidable profesional sabía de cine y de contar historias un rato largo. Y sabía integrarlas de manera armónica y natural en grandes espacios naturales.
Añadan un gran trabajo fotográfico del gran Lucien Ballard, una partitura musical de Alfred Newman de idéntico nivel y un reparto de característicos de quitarse verdaderamente el sombrero, como Brian Keith, Karl Malden, Arthur Kennedy, Suzanne Pleshette, Raf Vallone, Martin Landau… y tienen como resultado una película de esas que jamás uno se cansa de ver.
Una auténtica gozada.
José Luis Vázquez
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