Barricada Cultural

 

17/08/2015

Ciudad Real célebre: Jerónimo López-Salazar Martínez

por Eva Martínez Cabañas

Dijo Leonardo Da Vinci, “Después de la pintura viene la escultura, un arte muy noble aunque su ejecución no requiere la ingenuidad suprema que requiere el arte de la pintura, ya que hay dos puntos muy importantes y difíciles, la perspectiva y la luz y la sombra, para los cuales el pintor tiene que inventar un proceso, mientras la escultura se ve favorecida por la naturaleza. Por otra parte, la escultura no imita el color que el pintor se esfuerza por armonizar de manera que las sombras acompañen a las luces”.

Habitualmente recurro a las palabras del maestro Leonardo, pero hoy con mayor razón, ya que me gustaría recordar a otro artista. Se trata de un escultor ciudadrealeño cuya obra es de corte clásico, y siempre en bronce o escayola. Su nombre fue Jerónimo López-Salazar Martínez.

Su legado no es muy amplio, pero sí es representativo en la historia de nuestra ciudad. Destacan un busto de Ángel Andrade, una figura alegórica de la primavera situada en el Parque Gasset, y la escayola conocida como “Desnudo de joven”. También pintó el óleo de un estandarte, propiedad de la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, que podemos contemplar cada Semana Santa. Y colaboró con el arquitecto Mateo Gayá en la ejecución de la farola homenaje al alcalde José Maestro, que se erigió en la calle Postas durante la II República.

Me gustó esto que encontré: “La esencia de una escultura debe entrar de puntillas, tan ligero como las huellas de los animales en la nieve”. Nos lo enseña inspirado el escultor Hans Arp.

Pero conozcamos más a nuestro artista…

Jerónimo López-Salazar Martínez nació en Ciudad Real en 1899, y fue allí donde vivió la mayor parte de su vida. Se casó con Isabel Pérez Valera, directora de la Biblioteca Pública-Casa de Cultura de Ciudad Real.

En cuanto a su formación artística, hay que decir que estudió en las Escuelas de Artes y oficios de Ciudad Real y Valencia. Y gracias a una beca de la Diputación de ciudad Real, completó sus estudios en la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid. También obtuvo una beca para estudiar imaginería religiosa en Murcia y Sevilla, y viajó a París e Italia de nuevo becado por la Diputación de Ciudad Real.

Ejerció como profesor y director de la Escuela de Artes y Oficios de Ciudad Real, y fue miembro del Instituto de Estudios Manchegos y de la Comisión Provincial de Monumentos. En 1975 se le nombra Conservador de Bienes Artísticos de la Diputación de Ciudad Real, y como tal se le encomienda la redacción del Catálogo de Obras Artísticas de esta entidad.

Encontramos en el libro “Cien años de comercio e industria en Ciudad Real”, escrito por Cecilio López Pastor y editado por la Cámara de Comercio e Industria de Ciudad Real: “El gran artista Jerónimo López Salazar, que fuera director de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos en los años 60, tuvo su taller-estudio de escultura en el número 25 de la calle Toledo”.

En 1920 recibió el Premio de Escultura en la Exposición Nacional de Bellas Artes por dos retratos del pintor Ángel Andrade, uno en bronce y el otro en escayola con imitación a bronce. Y en 1945 fue Premio de Escultura en la Exposición Manchega de Artes Plástica de Valdepeñas, con una obra titulada “Toro”.

Sabemos que nuestro escultor falleció en 1979.

Terminada esta pequeña biografía, nos quedamos con unas bellas palabras del escultor de los escultores, Miguel Ángel: “Vi el ángel en el mármol y tallé hasta que lo puse en libertad”. Y añadió: “Todo lo que la mano del escultor puede hacer es romper el hechizo y liberar las figuras dormidas en la piedra”.

Cincel, piedra, arte y trabajo… y se hizo la magia.

 

Fuentes: Wikipedia, Ciudad-Real.es, “Estilos y tendencias de las artes plásticas en la provincia de Ciudad Real (1900-2005)” de Enrique Pedrero Muñoz.

Foto: elsayon.blogspot.com

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