Barricada Cultural

 

27/10/2013

Los nuevos escritores

por Francisco Portela

La última Feria del Libro de Madrid o el Día de San Jordi parece que marcaron un  antes y un después con respecto a las ofertas literarias de las grandes empresas del ramo, sobre todo. La crisis afecta a todo el mundo y el sector del libro no iba a ser una excepción. ¿Son esas las tendencias que nos esperan a partir de ahora?. ¿Se han parado a pensar si realmente el potencial lector es lo que quiere o lo que realmente les interesa es hacer caja?. Porque me parece muy bien que ellos miren por sus intereses pero eso puede causar un efecto boomerang pues esta llamada nueva literatura puede hacer que lectores que buscamos otro tipo de novelas rechacemos contundentemente sus propuestas. Aunque eso creo que poco les va a importar si consiguen que el personal compre el libro publicado por su querido famoso de turno. «Hija, ¿sabes que Fulanito de Tal ha publicado un libro autobiográfico?» «¡No me digas, con lo que me encanta escuchar (¿?) a este hombre en ese programa!. Ya mismo lo estoy comprando y se lo voy a comentar a mi vecina, que es una fanática suya». No hay nada como el boca oído y así, sin comerlo ni beberlo, creo que ya van no sé cuántas ediciones las publicadas de tan famosa novela.  

Y esta es la nueva moda porque ahora a estos personajes les da por escribir y tras leer algún que otro artículo que no tiene desperdicio para hablarles sobre estos famosos que se convierten en escritores haya algunos que ni por asomo nos haríamos a la idea de que pudieran ser capaces de escribir varias líneas seguidas, porque esa es otra, pues realmente me pregunto si han sido ellos los autores reales de tales libros. Incluso los hay que les ha dado por publicar sus memorias, aunque tengan mucha vida por delante, porque las memorias se supone que las suelen escribir personas que ya han cumplido una cierta edad y tienen mucho que contarnos después de haber tenido una azarosa vida. Pero, claro, este gente que con media vida que tengan pueden publicar  no una, sino dos si es necesario, porque el ser un personaje público y famoso da para muuuchas historias y seguro que esas memorias se venden como rosquillas porque el cotilleo es lo que prima y, si por encima tiene morbo, mejor todavía.  

La prueba está en la cantidad de programas del corazón que inundan los hogares en horarios vespertinos. Rara es la cadena que no tenga uno. Y la competencia es fuerte porque  haciendo zapping nos damos cuenta de que parece que hay una competición de a ver quién es el que bate el récord de decibelios. Y cuanto más alterado esté y grite el personal de la supuesta tertulia más audiencia tienen, aunque nadie se entere de lo que hablan, si es que hablan de algo.  

Pero menos mal que entre ellos hay algunos que se les ve que realmente son profesionales de los pies a la cabeza y esta profesionalidad la demuestran también a la hora de escribir un libro o novela. Algunos ejemplos de ellos hay entre periodistas que han dirigido programas míticos o nos deleitan con sus jugosas editoriales. Y se han decidido a dar sus primeros escarceos con la pluma y nos han sorprendido gratamente a los lectores. Se nota que el arte de narrar va con ellos y ese buen hacer se agradece.  

Pero no quería terminar este artículo sin aportar mi grano de arena a favor de aquellos escritores o escritoras, de quienes tuve el placer de leer algunas de sus novelas, y pensar y comentar que cómo era posible que nadie quisiera darles una oportunidad para que vieran cumplido su sueño de que alguien haya apostado por ellos. Muchos se han hartado de llamar a puertas y ni siquiera han recibido un no por contestación. ¡Qué menos que comunicarles que no les van a publicar su manuscrito por tal o cual motivo!. Pero, claro, la cosa está muy mal y es mejor ir a caballo ganador, pues solo por ser un rostro popular ya venden, aunque no lean su obra recién publicada, pero venden. Y que no se quejen después que estos autores terminen publicando sus obras en Amazon tras el continuo rechazo de sus novelas y les echen la culpa de los bajos precios de los libros digitales. ¿Y los precios que marcan las editoriales en sus libros no son abusivos?. Y ya no hablemos de lo que vale hoy día ir al cine, que esa es otra historia.  

Si las editoriales van a marcar las nuevas tendencias literarias y no cuentan para nada con el lector al que le gusta una buena novela, mal vamos. No le echen al lector la culpa de lo mal que va el mundo editorial. No hagan con el lector lo mismo que se está haciendo con el ciudadano de a pie, que es el que está pagando el pato. Se creía que ya estaba todo dicho en Literatura pero veo que no, que cada vez nos llevamos más sorpresas. La última, la finalista del Premio Planeta de este año. Sin comentarios.    

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