Es ella. No busquéis más.

Algo más que Duende. Hace que personas que incluso reniegan de los hispanos, o que desdeñan cosas extrañas como el flamenco, se queden boquiabiertas. Escuchando algo que no entienden, a veces con la carne de gallina o el corazón desbocado a punto de derramar lágrimas. Esto es poco menos que un milagro.

Se llama Rosalía. Tiene 24 años. No le hace falta más. De Barcelona, del extrarradio. De los polígonos donde se escucha rap. Tenía todo en ese ambiente en contra de los clichés asociados al flamenco, a Andalucía, al lolailo. Pero un día escuchó a Camarón y le estalló la cabeza. Y luchó en contracorriente, contra todos los estereotipos. Cantar flamenco en Barcelona, ¿Os imagináis tal y como anda el panorama?

Tampoco tuvo que ser tan difícil. Hay cosas con las que se nace. Su voz tiene un timbre especial. Técnicamente se llama vibrato. Es flamenco puro. ¿Habéis oído a Camarón? A eso me refiero. Eres lo que eres y punto. Es tu destino.

Rosalía es joven, guapa. Tiene una mina de oro en la garganta. Pero además tiene cabeza, extrañamente para su edad. Ha aprendido, y se ha rodeado de gente para utilizar toda lo potencialidad del siglo XXI en la difusión de su trabajo. En crear visualmente, hacer mestizajes sin miedo al fracaso o a los que la critican porque utiliza clichés españoles de la misma forma que lo hacen los afroamericanos o los latinos en su lugar de origen. Da igual, ella va cuarenta años por delante de sus detractores. Por delante de todos.

Os hago una apuesta. A que va a ser la más grande. Camarón hizo que el mundo conociera algo que se llama flamenco, y a muchos flamencos algo de lo que enorgullecerse. Consiguió dar a conocer un género minoritario, asociado a gitanos, a penurias, a mala vida. Lo elevó al mundo y gracias a ello se relanzó y unificó como el gran arte que es. Pues apuesto a que Rosalía va a hacer que el flamenco llegue a TODAS las partes. Que sea la música favorita de los latinos, de los afroamericanos, de los flamencos. Ya la recomienda el New York Times. Y solo ha empezado. Coreografías, vestidos, vídeos… y su garganta y su sentimiento. Cuarenta años por delante, recordad. Ahora está de gira por Los Ángeles.

Hace casi tres años que murió mi padre. Y la verdad, hay pocas cosas que pienso que se hubiera perdido de ver en esto tiempos convulsos. Prácticamente nada. Pero le gustaba el flamenco, y si os soy sincero, me hubiera gustado que escuchara cantar a Rosalía

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