14/07/2013
En este país se suele utilizar mucho el dicho famoso de quien no tiene padrino no se bautiza. En este grupo podríamos encuadrar a muchos de nuestros conciudadanos. Solo una clase privilegiada, los menos, están en el grupo de los elegidos. Y en el mundo literario, pues ni te cuento. Para poder estar entre los elegidos hay que bregar mucho, hay que ganarlo con sangre, sudor y lágrimas, como dije en mi anterior artículo, hay que saber tocar la tecla adecuada para que crean en ti, para que apuesten por lo que has escrito, para ver tu nombre en las librerías y alegrarte cuando alguien se decide a comprar tu novela. Novela que atesora una gran calidad entre sus páginas.
Y hoy quiero hablarles de las vicisitudes que ha tenido que pasar una novela que, en mi clasificación particular, la tengo ocupando las primeras posiciones de los libros que más me han gustado desde que me decidí a dedicarme a esto de las reseñas o críticas literarias a modo de hobby, porque soy un lector empedernido casi desde que tengo uso de razón y ahora me he convertido en un lector indiscreto porque, a través de mi blog, me meto en donde no me llaman, pues invado la vida privada de los personajes que los autores, con toda su buena voluntad, ponen a mi disposición, y luego voy y cotilleo sobre ellos con los vecinos. ¿Quién soy yo para dar a conocer intimidades de Elena Lamarc?
Pues creo que merece la pena enterarse de la historia de Elena Lamarc, y de su madre, Dolores, Lolo, la señora de Lamarc, personajes que nos encontraremos en la novela de la que hoy les hablo, El final del ave fénix, la historia de una mujer adelantada a su tiempo, de una mujer emprendedora en un mundo en el que los hombres eran los que llevaban la voz cantante en todo. Una novela en la que la ambición, el odio, los celos, la traición y la superación estará en una historia que nos atrapa y nos hace formar parte de ella. Una novela que, si alguien hubiera tenido dos dedos de frente y se hubiera aprovechado del apoyo moral que traía consigo no habría andado dando tumbos hasta encontrar una editorial de las llamadas fuertes de este país que se interesase por ella. La novela empezó a gestarse en noviembre de 2006 y quienes leyeron el manuscrito de la autora la empujaron a que se lanzara a publicarla, cosa que no entraba en sus planes. Y viene la primera sorpresa para la autora, con un efecto casi de shock, pues tras convencerla, la registra y es presentada al Premio Planeta. Sí, lo han leído bien. Pero aún faltaba el gran subidón, como diría la autora, el hecho de quedar entre las diez finalistas entre las que sería elegida la ganadora de la edición del año 2007. Ocupaba, exactamente, el sexto lugar empatada con otras tres. Casi nada.
Pero, paradojas de la vida, este triunfo moral de la novela se quedó en anécdota, pese a las buenas palabras del sr. Lara, porque la editorial Planeta, siguiendo la política de la empresa, solo publica la ganadora y la que resulta ser primer finalista.
En ese momento es cuando empieza el calvario para encontrar un editor que apueste por la novela. Un calvario en el que los rechazos fueron la nota dominante. Pese a que una editorial valenciana “apostó” por ella y el acto de presentación fue un éxito que superó las expectativas que ni los más optimistas tenían en su puesta de largo —había más de 300 personas en el Salón de Tapices del Hotel Astoria de Valencia— tras la euforia vino el cabreo. Un cabreo porque se editaron y vendieron dos mil ejemplares de los cuales la autora no vio contraprestación alguna. Ya en el año 2010 otra editorial le dio una nueva oportunidad. Se publicaron 1500 ejemplares. La cosa fue un poco mejor pero empezaron los problemas de distribución, pues los ejemplares no llegaban a todos los lectores que querían hacerse con la novela.
Y llegó el momento de su aparición en la plataforma digital Amazon. Fue en septiembre de 2011. Pronto entró en el top 100, en donde permaneció casi 200 días, quedando anclada entre los meses de febrero y marzo durante tres semanas en el número 1.
Y por fin llegó la apuesta definitiva por la novela. Ediciones B la sacó primero en su versión digital y antes de final de año, en papel, en edición de bolsillo. En el pack entraría la segunda parte de la novela «Las guerras de Elena». Una editorial a la que hay que reconocer su apuesta por escritores que publican en Amazon. No quiero mencionar nombres porque igual se me olvida alguno. Esta segunda parte ya está publicada en digital por el sello B de Books. Son novelas cerradas. La autora está trabajando en la que cierra la trilogía.
Las cifras de ventas de «El final del ave fénix» están ahí, aunque sean desperdigadas en varias editoriales pero si hiciéramos números y alguien tuviese un mínimo de sentido común ahora podríamos estar hablando de un superventas. Las críticas del público lector y los bloggers la avalan. Los seguidores de Marta Querol hemos descubierto en ella a una gran escritora y creo que se merece un mayor apoyo e igual trato que otros escritores que ya tienen su hueco en este complicado y difícil mundo de la literatura.
Todos sus lectores esperábamos con interés la edición en papel de esta segunda parte de El final del ave Fénix, Las guerras de Elena, prometida por Ediciones B y que en principio se comentaba saldría en este año 2013, pero al parecer la decisión editorial es lanzarla después de la campaña de Navidad, durante el difícil mes de enero. Otra prueba complicada a superar por una novela de una autora que merecería una mejor oportunidad.
Les dejo el enlace de mi reseña de El final del ave fénix y una entrevista a Marta Querol, la autora:
http://unlectorindiscreto.blogspot.com.es/2012/12/el-final-del-ave-fenix-de-marta-querol.html y http://unlectorindiscreto.blogspot.com.es/2013/01/entrevista-marta-querol-autora-de-el.html
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