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La película de la tele

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Capitán Phillips ()

Director: Paul Greengrass

Intérpretes: En el año 2009, en aguas internacionales cercanas a Somalia, el buque carguero "Maersk Alabama", al mando del capitán de la marina mercante estadounidense, Richard Phillips (Tom Hanks), fue retenido en 2009 por piratas somalíes, siendo el primer barco norteamericano secuestrado en doscientos años.

Sinopsis:

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Este miércoles 28 de enero a las 15:00 h. en Canal+1.

Leí hace tres o cuatro días, ya no me acuerdo dónde porque esto de las redes sociales aturde de tal manera que a veces pareciera que me hubieran noqueado en el ring, que la tripulación del Maersk Alabama, el primer barco estadounidense secuestrado en doscientos años (por piratas somalíes), no estaba muy de acuerdo con la versión de los hechos ofrecida por CAPITÁN PHILLIPS.  

Bueno, vamos a ver, esto es cine y quien quiera rigor histórico que acuda a los tratados de los especialistas… que a veces tampoco sirven, porque si ni ellos mismos se ponen de acuerdo, por ejemplo, en el origen de Cristóbal Colon, no se le pida al común de los humanos que cada vez que asistamos a ver una película sepamos al milímetro sobre asunto a tratar. Me circunscribo estrictamente a  lo expuesto en pantalla. Aún  con todo, si es posible ser riguroso cuando se tratan hechos de la vida misma, mucho mejor, pero tampoco me parece mal tener diversas versiones del asunto a tratar según las diversas fuentes. Algo así como el espléndido RASHOMON “kurowasiano”. Con una solo condición…que me enganchen.  

Todo este preámbulo, a lo mejor no muy necesario, o sí, depende, para decirles que me la chuflan todos los efectos colaterales que genere esta acongojante y angustiosa producción dramática y de aventuras.  

Lo importante es que cuenta con un baluarte fundamenta, su director, el excelente Paul Greengrass. Un individuo que cada vez que maneja su cámara espasmódica crea tensión como casi nadie en el cine actual. Y acudiendo a registros muy realistas, de tono casi documental. Le delatan al respecto sus orígenes en la BBC.  

Como ha dicho algún colega, agradezco infinitamente que la visión que tiene de la realidad –indistintamente de que se ajuste a lo sucedido- más analítica que crítica rehúya el maniqueísmo. Lo  que no puede soslayar es que efectivamente los Seals, gente expresamente preparada para estas situaciones de límite y riesgo, tengan su pequeña cuota de protagonismo. Pero no enarbola ninguna bandera patriotera, algo que podría haber sido hasta entendible en este caso.    

Greengrass, un maestro del cine de acción, responsable hasta la fecha de cuatro peliculones como este, BLOODY SUNDAY (DOMINGO SANGRIENTO), EL ULTIMÁTUM DE BOURNE, UNITED 93 y GREEN ZONE: ZONA PROHIBIDA, acierta de lleno. Vuelve a ser capaz de trascender la simple crónica histórica o de sucesos para indagar en los dilemas morales del hombre y, sobre todo, en los más físicos, en sus temores, en sus miedos más básicos.  

Muestra un enorme pulso narrativo y una habilidad innata a la hora de describir a víctimas y verdugos en un espacio reducido, en escasos metros, algo que acrecienta aún más mi crispación y mi angustia, la mías quede claro, pues no es mi intención hablar en nombre de nadie más. El rodaje en mar abierto y en tiempo real seguramente ha contribuido lo suyo a crear este clima y ese tono de emocionante autenticidad que despliega.  

Es un ejercicio intenso, “adrenalítico”, hipnotizador, todo un zambombazo de imágenes que se sustenta en una historia/guión repleto de vueltas de tuerca y en un montaje vigoroso, frenético.  

Y luego, claro, está un formidable Tom Hanks que exuda verdad y credibilidad por los cuatro costados, para poner la guinda. Efectivamente, un actor que no se relaja, en permanente avance y progresión. Y al que el paso del tiempo ha otorgado un sentido del “timing” que evita que haga ese gesto que está de más. Verdaderamente asombroso, plausible. Representa el perfecto icono de cómo un individuo “corriente” puede ser un héroe, con todo lo que eso conlleva de sufrimiento y dolor, por supuesto, si no, todo acabaría resultando puro videojuego. Agradezco igualmente que sus villanos posean idéntica credibilidad, no resulten acartonados.  

Me deja exhausto en el mejor y más noble sentido del término. Sensacional.  

José Luis Vázquez