viernes, 26 de abril
viernes, 26 de abril
Director: Xavier Bermúdez
Intérpretes: Marta Larralde, Guillem Jiménez, Gary Piquer, Jaime Vázquez, Mighello Blanco, Rebeca Montero, Nerea Barros, Laura Ponte
Sinopsis: León y Olvido son hermanos mellizos y huérfanos. León tiene el síndrome de Down. Olvido, cuyas relaciones sentimentales no van nada bien, ha tenido que dejar sus estudios y ponerse a trabajar. León pretende acaparar las atenciones de su hermana. Los sentimientos que les unen y enfrentan son muy intensos por ambas partes hasta que un día aparece en sus vidas Damián. (FILMAFFINITY)
Que yo recuerde en este momento –debería ser comprobado- LEÓN Y OLVIDO fue la primera producción del cine español que contaba con el protagonismo de un chaval con síndrome de Down. Sin duda, esto por sí mismo no supone más valor que el anecdótico, pero en este caso viene acompañado por otras virtudes artísticas.
Trata, principalmente, de la relación de convivencia entre dos hermanos mellizos de diversa índole, el citado y una chica que subsiste como puede a base de trabajos temporales. Y de cómo el primero afronta su día a día.
En sus acercamientos, alejamientos, reproches, subidas y bajadas anímicas, se fundamenta lo principal de su trama, que está expuesta con sensibilidad pudorosa y oportunos matices.
Agradezco que el trastorno genético del chico no sea observado con paternalismo o condescendencia. Es más, valoro positivamente la aportación llevada a cabo de un humor negro insólito para este tipo de asuntos y que le confiere una cierta distinción.
El encargado de otorgarle realista encarnadura, un espléndido Guillem Jiménez, no solo no tira de dramatismo ni de victimización, sino que es mostrado con un afán de superación de lo más loable y plausible.
Le secunda con naturalidad una juvenil y refrescante en su brusquedad Marta Larralde, que ejerce como adecuado contrapunto.
El colega Carlos Aguilar definió esta obra con bastante tino. Como “honesta y de lo más digna, pese a adolecer de tópicos y altibajos” la calificó. Supone una ostensible mejoría respecto a la previa y breve trayectoria de su director, el gallego Xavier Bermúdez. Es el típico autor propio de una cinematografía un tanto raquítica industrialmente como la española, que trata de suplir la falta de medios con relativa originalidad y buenas intenciones. El timón resulta un tanto oscilante de registros y forma.
Sus anteriores trabajos, LUZ NEGRA y NENA, pecaban de falta de entidad, eran más bien escasamente destacables. Con el que aquí me ocupa daría un considerable salto cualitativo, lamentablemente no ratificado por los dos siguientes, RAFAEL y EL ORO DEL TIEMPO. Por tanto, se erige en una rara avis de su filmografía.
En cualquier caso, por una vez logró una aportación palpitante pese a algunos clichés, no precisamente complaciente y francamente meritoria sobre un sector de la población merecedor siempre de mayor protagonismo. Sin que por ello deje de destilar dosis justas de ternura, simpatía… y dureza. Al respecto, sorprenden unos diálogos un tanto descarnados y divertidos, siempre dentro de un registro de sencillez que evita el melodrama puro y duro.
Eso sí, no le hubiera venido nada mal haber sido podada en media hora de metraje, pues al cabo de su acertada, incluso muy buena primera hora, se acaba enrollando y resultando algo pesada. A algunos personajes (el de la tienda de novias), reacciones de la hermana o secuencias les habría venido bien un cierto aligeramiento o simplemente eliminación.
Acumula varios premios en diversos festivales, los más importantes el Especial del Jurado en Málaga 2004 o el de director y actriz en Karlovy Vary, amén de otros reconocimientos en Toulouse, Atenas, Orense, Tiflis y Tallin.
José Luis Vázquez
