viernes, 19 de abril

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Estreno en Royal City

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Anna ()

Director: Luc Besson

Intérpretes: Sasha Luss, Helen Mirren, Luke Evans, Cillian Murphy, Eric Godon, Eric Lampaert, Pauline Hoarau, Avant Strangel, Jan Oliver Schroeder, Rupert Wynne-James, Réginal Kudiwu, Adrian Can, William Sciortino, Maxence Huet, Lera Abova, Alexander Petrov, Nikita Pavlenko, Anna Krippa, Aleksey Maslodudov, Ivan Franek, Jean-Baptiste Puech, Alison Wheeler, Andrew Howard

Sinopsis: Bajo la hipnotizante belleza de Anna Poliatova (Sasha Luss) se esconde un secreto que la lleva a poder desatar una imparable agilidad y fuerza, convirtiéndose así en una de las asesinas a sueldo más temidas por los gobiernos de todo el planeta. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 3 estrellas

No hay confusión posible con el cine acelerado y palomitero del galo Luc Besson. Si no son alérgicos ni prejuiciosos respecto a las premisas disparatadas de las que suele partir es posible que les procure entretenimiento… de lo más desbordante y avasallador en muchas ocasiones.

Les refresco la memoria trayendo a colación algunos de sus trabajos más destacados: KAMIKAZE 1999 (EL ÚLTIMO COMBATE), SUBWAY: EN BUSCA DE FREDDY, EL QUINTO ELEMENTO, JUANA DE ARCO, VALERIAN Y LA CIUDAD DE LOS MIL PLAENTAS, EL GRAN AZUL (de alguna manera constituye un homenaje a sus padres, instructores de submarinismo), NIKITA y LUCY (cito los que probablemente sean los más conocidos).

Precisamente con estos dos últimos tiene ANNA numerosos puntos de contacto. Entre otros, una protagonista femenina que es una máquina de matar que ni juntando a todos los James Bond que en el mundo han sido son capaces de superarla en acrobacia, escabechinas e infalibilidad.

Y por cierto, qué protagonista, qué bellezón, la modelo rusa Sasha Luss que la encarna, de la que es difícil despegar la vista en momento alguno, algo de lo que creo es consciente Besson regalándonos numerosos, estéticos y primeros planos suyos.

Su gran inconveniente es que vuelve a pagar el peaje de carecer de verdadera intensidad dramática o climática, pues al ser mostrada de manera casi invencible todo transcurre según patrones previstos y tantas veces preestablecidos.

Vamos, como un tebeo o comic adulto sin mayor calado ni hondura, pero que mientras transcurre ante los ojos se sigue fácil, sin mayores problemas. A lo que contribuye un juego argumental de matrioskas más vistoso e inmediato que de verdadera enjundia, sorpresa o perdurabilidad.

Cine de efecto fulminante y olvido rápido.

José Luis Vázquez