viernes, 26 de abril

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Estreno en Royal City

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir crítica

Alita: Ángel de combate ()

Director: Robert Rodriguez

Intérpretes: Rosa Salazar, Christoph Waltz, Jennifer Connelly, Jackie Earle Haley, Ed Skrein, Mahershala Ali, Lana Condor, Keean Johnson, Michelle Rodriguez, Jorge Lendeborg Jr., Eiza González, Leonard Wu, Elle LaMont, Marko Zaror, Jorge A. Jimenez, Derrick Gilbert, Billy Blair, Jeff Fahey, Casper Van Dien

Sinopsis: Cuando Alita (Rosa Salazar) se despierta sin recordar quién es en un mundo futuro que no reconoce, Ido (Christoph Waltz), un médico compasivo, se da cuenta de que en algún lugar de ese caparazón de cyborg abandonado, está el corazón y alma de una mujer joven con un pasado extraordinario. Mientras Alita toma las riendas de su nueva vida y aprende a adaptarse a las peligrosas calles de Iron City, Ido tratará de protegerla de su propio pasado, mientras que su nuevo amigo Hugo (Keean Johnson) se ofrecerá, en cambio, a ayudarla a desenterrar sus recuerdos. Cuando las fuerzas mortales y corruptas que manejan la ciudad comienzan a perseguir a Alita, ella descubre una pista crucial sobre su pasado: posee habilidades de combate únicas que los que ostentan el poder querrán controlar a toda costa. Sólo manteniéndose fuera de su alcance, podrá salvar a sus amigos, a su familia y el mundo que ha aprendido a amar. Remake del clásico anime de 1993 "Alita, Ángel del Combate". (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

Este proyecto largo tiempo acariciado por ese mega director que es James Cameron, acabaría pasando finalmente a manos del chicano y bullanguero Robert Rodríguez, “limitándose” el primero a las funciones de productor (su solvencia en este apartado queda patente) y co guionista.

No parecía en principio fácil de adaptar este popular cómic, o novela gráfica que se dice ahora, del japonés Yukito Kishiro. La resultante es ciencia-ficción (variante cyber punk) estimulante, briosa y molona de muy buen acabado técnico, en la que acaba, resultando muy importantes unas vistosas coreografías de artes marciales.

También se acaba erigiendo como fundamental todo lo relativo a la dirección artística (despliega una más que suficiente inventiva, ese acceso a la nave alienígena o esas abigarradas y soleadas calles), a la creación de un mundo con identidad propia, del que agradezco sobremanera no solo que me sea mostrado en sus ambientes oscuros (llevamos sometidos desde hace cuatro décadas a una saturación de escenas nocturnas) sino en los diurnos.

Así mismo, destaca la fluida dirección de Rodriguez. Un especialista en parir entretenidísimas obras “pulp” de todo pelaje, aunque circunscritas preferentemente al cine de acción y al “fantastique”, desde EL MARIACHI hasta ABIERTO AL AMANECER, pasando por SPY KIDS, el segmento pro tarantiniano PLANET TERROR o las que considero las dos mejor acabadas, la fascinante SIN CITY y la igualmente fantástica y alienígena THE FACULTY, una recuperación en toda regla y con una conveniente puesta al día de las “monster movies” de los 50.

En algunos de los pasajes que aquí propone, son evidentes las influencias –supongo que estará en el texto original, lo desconozco- las influencias de un clásico del género setentero, ROLLERBALL de Norman Jewison. De hecho, ese deporte destructivo denominado Motorball así lo denota tanto por sus reglas como por su propio enunciado.

Aquél contaba con el protagonismo de un pujante James Caan, pero, aun así, lo que no cabe exigir ante espectáculos o propuestas de este corte y confección son grandes interpretaciones, basta con que se adecúen a sus personajes casi tipo y que resuelvan con eficacia sus roles, ajustándose a unos personajes que suelen ser, y esta no es ninguna excepción, por lo común unidimensionales.

Y así lo hace un reparto de lo más prestigioso (el justamente en boga Mahershala Ali –GREEN BOOK, MOONLIGHT-, el siempre magnético Christoph Waltz o una siempre resplandeciente Jennifer Connelly), del que sobresale la washingtoniana y treintañera Rosa Salazar como esa cyborg con cara de niña y movimientos letales. Todos ellos cumplen impolutamente con sus respectivos cometidos.

Con su presencia contribuyen a que la película se siga fácil, muy fácil, especialmente para quienes sean devotos de estos asuntos. Resulta amena y movidita. Desde luego yo paso francamente un muy buen rato de genuina diversión pirotécnica y planos de ojazos robóticos y grandes como platos dignos del mismísimo Tim Burton.

No es poco, dando en este caso por buenos varios clichés y convencionalismos ligados a este tipo de producciones.

José Luis Vázquez