Cultura en Tiempos de Crisis

Cadáver (2018)

Director: Diederik Van Rooijen

Intérpretes: Shay Mitchell, Stana Katic, Grey Damon, Louis Herthum, James A. Watson Jr., Larry Eudene, J.P. Valenti, Arthur Hiou, Lexie Roth, Shawn Fitzgibbon, Jacob Ming-Trent, Mickey Gilmore, Lisa Wynn, Kirby Johnson, Kenneth Israel, Matt Mings

Sinopsis: Un estremecedor exorcismo se vuelve incontrolable, cobrándose la vida de una joven. Meses después, mientras Megan Reed (Shay Mitchell) trabaja en el turno de noche de la morgue, recibe un cadáver desfigurado. Sola y encerrada en los pasillos del sótano, Megan comienza a experimentar espeluznantes visiones, lo que le hace sospechar que el cuerpo que ha recibido está poseído por una despiadada fuerza demoníaca

Crítica de José Luis Vázquez

CADÁVER recorre caminos antes recorridos, es convencional en el sentido que recurre a sustos y lugares comunes y ni mucho menos es original, pues parece surgida del cruce del excelente suspense danés EL VIGILANTE NOCTURNO y del reciente terror estadounidense LA AUTOPSIA DE JANE DOE, pero a cambio posee clima, angustia en algunos momentos, su bella protagonista femenina –la también modelo Shay Mitchell, en la línea de Jennifer Lopez- resulta convincente.

Todo transcurre en la morgue de un hospital bostoniano. Una antigua ex policía que trata de superar un trauma profesional, consigue trabajo en el turno de la noche. Todo parece normal, dentro de lo que supone la normalidad en un lugar que no deja de generar cierta desazón, hasta que llevan al lugar un cadáver singular.

Si acuden a su título original, a esa POSESIÓN DE HANNAH GRACE, tendrán una magnífica referencia de por dónde van los tiros.

Por tanto, esas sorpresas de las que carece son suplidas por esa generosidad con la que los más recalcitrantes seguidores del género nos acercamos a estas propuestas. Si somos saciados en esos puntos anteriormente expuestos nos damos por más que satisfechos.

Y la verdad es que esta serie B sacia con creces esos anhelos. Es una producción cuidada, de corta duración (85 minutos), sin petulancias ni pretensiones de ningún tipo, es ágil en la narración, capaz de transmitir la claustrofobia existente en el guion y cuya pretensión más que conseguida es hacerlo pasar bien mal.

Quienes sean muy afectos a este tipo de asuntos es probable que den por bien pagada la entrada.

José Luis Vázquez