Cultura en Tiempos de Crisis

Tu hijo (2018)

Director: Miguel Ángel Vivas

Intérpretes: José Coronado, Pol Montañés, Ana Wagener, Sergio Castellanos, Sauce Ena, Ester Expósito

Sinopsis: La vida del doctor Jaime Jiménez se viene abajo cuando su hijo de 17 años queda en estado vegetativo debido a una brutal paliza que recibe a la salida de una discoteca. Tras ver que la justicia no hace nada por detener a los culpables, él mismo emprenderá un viaje a los infiernos en busca de venganza.

Crítica de José Luis Vázquez

"Un padre no puede quedarse sin hacer nada" (José Coronado)

 

No pintaba bien la carrera de un joven e incipiente José Coronado (61 primaveras) y pese a que funcionara bastante bien en taquilla, cuando protagonizó con Isabel Pantoja en 1992 YO SOY ESA. Sus anteriores e inmediatamente posteriores interpretaciones tampoco merecieron mayor atención, o al menos no la mía. Pero su caso pudiera ser que acabara siendo como el de Mario Casas. Veremos si con el tiempo éste es capaz de emularlo y mostrar su permanente afán de superación.

A título personal fue en 2001 cuando comencé a reparar seriamente en sus cualidades con LA VIDA DE NADIE de Eduard Cortés, una brillante historia sobre la mentira y la simulación. En ella encarna a un economista del Banco de España que tiene engañada a su familia respecto a su trabajo, ocultándole su despido durante un buen período de tiempo. Parece ser que se inspiró en un caso real ocurrido en la vecina Francia.

En dos años espléndidos consolidó su fulgurante estatus con otros estupendos trabajos para películas a idéntica altura: PONIENTE, LA CAJA 507 y, especialmente, la extraordinaria LA VIDA MANCHA de nuevo repitiendo con el talentoso cineasta vasco Enrique Urbizu tras la citada CAJA.

Con él también conseguiría el que tal vez sea su papel más aclamado y popular y el único Goya hasta la fecha de su carrera, el de ese borrachín inspector de policía Santos Trinidad de la fatalista, negruzca y desencantada NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS.

Otros trabajos destacados suyos en lo que llevamos de siglo XXI serían los llevados a cabo para EL LOBO, TODOS ESTAMOS INVITADOS, EL HOMBRE DE LAS MIL CARAS, CIEN AÑOS DE PERDÓN, CONTRATIEMPO o este de TU HIJO.

Esta producción española fechada este 2018 constituye el mejor trabajo hasta la fecha de su director, el sevillano –buena camada de directores la que está proporcionando la cantera hispalense, con el formidable Alberto Rodríguez a la cabeza- Miguel Ángel Vivas. Supone su quinto largometraje tras el primerizo REFLEJOS, el apreciable SECUESTRADOS y los fallidos, pero curiosos EXTINCIÓN y DENTRO (INSIDE… remake del potente y salvaje terror galo AL INTERIOR).

Vivas se vuelve a revelar como un seguidor del “thriller” estadounidense y del polar francés. Y a manejarse muy bien en ambientes nocturnos y situaciones tensas.

Su opción en algunos instantes por objetivos desenfocados no solo no me parece gratuita, sino toda una declaración de intenciones.

Le ayuda determinantemente, hasta el punto que lo realizado parece una pieza de cámara para justificado lucimiento de actor, que el rostro de Coronado manifieste todo tipo de estados de ánimo, de pesadumbre y desazón principalmente. Y la frase con la que encabezo esta reseña refleja, resume perfectamente el carácter que invade a su personaje, con todo lo negativo que ello pueda conllevar… y no puedo ser más explícito.

Temáticamente parte del típico contenido de vengador justiciero, pero su tratamiento y punto de vista difieren de los llevados a cabos por actores especializados y contumaces en estos asuntos como Clint Eastwood o Charles Bronson. Por darles una pista más cercana, y que a partir de ahí cada una se haga su composición (y les aseguro que es una muy buena pista), entroncaría sobre todo con un magnífico western de los 50 con Gregory Peck, EL VENGADOR SIN PIEDAD.

Es de esas películas, muy bien definido como “thriller” social por parte de algún colega, que plantea dilemas morales y de otro tipo. Y en la que sus subtramas no resultan arbitrarias, acaban convergiendo en buena medida.

Aplomada, hipnótica por momentos y con la que conviene no dar nada por sentado.

José Luis Vázquez