viernes, 29 de marzo

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Estreno en Royal City

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La sombra de la ley ()

Director: Dani de la Torre

Intérpretes: Luis Tosar, Michelle Jenner, Vicente Romero, Ernesto Alterio, Paco Tous, Manolo Solo, Jaime Lorente, Pep Tosar, Fernando Cayo, William Miller, Adriana Torrebejano, Xosé Barato, Ricardo de Barreiro, José Manuel Poga, Elías Pelayo, Paula del Río, Albert Pérez

Sinopsis: Año 1921. España vive un momento agitado y caótico: son los años del plomo, fruto de los violentos enfrentamientos callejeros entre matones y anarquistas. El gansterismo y los negocios ilegales están instalados en la sociedad. En esta situación de disturbios, Aníbal Uriarte es un policía enviado a Barcelona para colaborar en la detención de los culpables del robo a un tren militar. Aníbal y sus formas no encuentran mucho apoyo entre sus compañeros, y enseguida comienzan los enfrentamientos y desconfianzas con el inspector Rediú, un superior corrupto. Aníbal entrará en contacto no sólo con los bajos fondos de la sociedad barcelonesa, sino también con el mundo anarquista más radical, dispuesto a todo para conseguir sus objetivos. Allí conocerá a Sara, una joven luchadora y temperamental, cuyo encuentro tendrá consecuencias inesperadas para ambos. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

"-Ya no me fío de los hombres que no tienen ideales -Tampoco te fíes de los que sí los tienen" (Michelle Jenner y Luis Tosar)

 

Años 20 del siglo pasado, 1921 para ser exacto, años del plomo en España y concretamente en Barcelona, doce veranos después de la Semana Trágica vivida entre el 26 de julio y el 2 de agosto de 2009 (a raíz del envío del gobierno de Antonio Maura de tropas reservistas obreras a las posesiones españolas en Marruecos), revueltas anarquistas y gangsteriles… Este es el marco y caldo de cultivo en el que transcurre el segundo largometraje del lucense –de Monforte de Lemos- Dani de la Torre, tras su afortunado debut hace tres años con el notabilísimo thriller EL DESCONOCIDO rodado íntegramente en A Coruña/La Coruña. También con su paisano Luis Tosar como protagonista (y con el gran y hoy en día cotizadísimo Javier Gutiérrez).

Lo que primero me llama la atención de este trabajo, ésta inmersión en mundos policíacos que nos son muy queridos a los cinéfilos, es su ambición estilística y ambiental y su desparpajo para recrear a su manera momentos y títulos gloriosos del género.

Así, a vuela pluma, son fácilmente detectables influencias de Sergio Leone y su incuestionable ERASE UNA VEZ EN AMÉRICA (la cosa llega hasta mimetismos tales como una banda sonora de Manuel Riveiro y Xavier Font que por momentos diríase compuesta por el mismísimo Ennio Morricone… la formidable voz de Ainhoa Arteta lo corrobora con ese sobrecogedor HASTA EL ÚLTIMO SUSPIRO), MUERTE ENTRE LAS FLORES (esos planos de la recua de agentes de la ley con abrigo y sombreros calados), COTTON CLUB (en la presentación de los números musicales… convincente a propósito Adriana Torrebejano como la bailarina de charleston), LOS INTOCABLES DE ELLIOT NESS (en esa recreación de la Ciudad Condal como si fuera un trasunto de un Chicago mediterráneo), MULHOLLAND FALLS (LA BRIGADA DEL SOMBRERO) y otros varios referentes más.

Y en donde encuentro más patente esos vasos comunicantes es en la secuencia de la entrada al local de variedades, un alarde de plano secuencia –la verdad es que toda la película lo es- digno del Martin Scorsese de UNO DE LOS NUESTROS, con aquella memorable Ray Liotta a través de la cocina y los interines del elegante club en el que se reúnen los mafiosos. Incluso su propio director ha llegado a calificarla como un “Bourne de época”. El western también está presente a través de ese personaje del forastero con pasado misterioso que llega a la ciudad.

Ochenta decorados naturales, exteriores e interiores, han sido empleados para su puesta en escena. Y en este caso se notan para bien. Contribuyen poderosamente a ambientar, a dar cuerpo y vida a la historia, pues no solamente son muy lustrosos, sino que contribuyen poderosamente a otorgar eficacia y adecuado empaque. Sin duda, los avances digitales han sido utilizados en pro de una mayor brillantez. Y planos como el de esa incipiente Sagrada Familia, esa obra magna de Antonio Gaudí en permanente construcción e iniciada en 1882, son de una gran belleza.

Pero lo que acaba de otorgarle verdadero sentido y calidad, pues todo lo anteriormente expuesto podría haber resultado tan solo una bonita ornamentación sin más, es una historia muy bien escrita, con varias capas como las cebollas. En la que me resulta encomiable no solo sacar a la luz la corrupción política, sindical, anarquista, ministerial o policial, sino equilibrar los peones puestos en escena, ese tratar de no resultar maniqueo, presentando individuos con o sin escrúpulos en todos los bandos o colectivos en liza. Como debe ser. Algo no muy habitual hasta hace poco en el cine español. Y por ello lo considero un hecho especialmente destacable. A propósito de esto, resulta significativo el diálogo entre Jenner y Tosar con el que inicio esta reseña.

Por supuesto, es muy violenta, pero como diría aquél en otros tiempos a propósito de según qué cine de destape, lo requiere el guion, está plenamente justificado. Y, por cierto, están impecablemente rodadas esas escaramuzas, peleas y tiroteos. Un salto más cualitativo.

Otro factor muy a tener en cuenta es un reparto, un trabajo de casting admirable. Están perfectamente escogidos todos los actores. Tosar enorme y Michelle Jenner enérgica y muy guapa, pero quienes tal vez se lleven la palma en esta ocasión sean Manolo Solo como ese influyente empresario de variedades llamado Barón, Vicente Romero como el corrupto comisario Rediú y un espectacular Ernesto Alterio en el rol del indeseable Tísico, la mano derecha y demasiado suelta del anterior.

Si han llegado hasta aquí supongo que habrán advertido el entusiasmo mostrado por mi parte, pero también podría ponerle algunos peros. No es perfecta. Y pese a la falta de contundencia en alguno de sus tramos o el esquematismo a la hora de reflejar el mundo revolucionario, cuestiones que no son baladíes, no impiden mi alta valoración final.

Al igual que me ha ocurrido en los dos o tres últimos años con otros títulos del cine español como LA LLAMADA, ZONA HOSTIL, EL GUARDIÁN INVISIBLE, EL CUADERNO DE SARA o YUCATÁN, hay que alabar el atrevimiento, el riesgo y la audacia, algo insólito por estos pagos, en varios de los cineastas surgidos en los últimos tiempos y dispuestos a abordar cualquier tipo de género sin complejos, con la solvencia, la capacidad y la energía de sus referentes norteamericanos principalmente o los de alguna otra latitud cercana (Francia sin ir más lejos). En mis tiempos de hierro crítico hacia lo que aquí se pergeñaba, era lo que venía reclamando una y otra vez y que ahora compruebo feliz se está cumpliendo. Mis duras críticas del pasado no eran gratuitas, aunque podían resultar cebonas, de la misma manera que ahora abro la mano calificadora para recibir estos títulos con merecida generosidad.

José Luis Vázquez