viernes, 19 de abril

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Estreno en Royal City

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir crítica

Nuestra vida en la Borgoña ()

Director: Cédric Klapisch

Intérpretes: Pio Marmaï, Ana Girardot, François Civil, Jean-Marc Roulot, María Valverde, Karidja Toure, Yamée Couture, Florence Pernel, Eric Caravaca, Jean-Marie Winling, Tewfik Jallab

Sinopsis: Jean dejó a su familia y a su Borgoña natal hace diez años. Al enterarse de la inminente muerte de su padre, regresa a la tierra de su infancia. Él se reencuentra con su hermana, Juliette, y con su hermano, Jérémie. Su padre murió justo antes del inicio de la cosecha. En el espacio de un año, al compás de las cuatro estaciones, los tres jóvenes se recuperarán y reinventarán su fraternidad, floreciendo y madurando junto con el vino que producen. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 3 estrellas

“El amor es como el vino, requiere tiempo” (Pio Marmaï)

 

La relación con la tierra, con los hermanos, la vuelta tardía de un hijo pródigo, la tentación de vender la empresa vitivinícola paterna o la posibilidad que pueda suponer de trabajo, de mantener la tradición… son algunos de los temas que aborda esta producción francesa de significativo título original, CE QUI NOUS LIE, algo así como EL o LO QUE NOS UNE.

Apelando a algunas de las buenas esencias de una típica propuesta feel-good, amable pues, acaba resultando una celebración del vino sí, pero sobre todo de la vida, de las relaciones fraternales.

Su firmante, el galo Cédric Klapisch, es un buen, incluso notable director. Yo al menos recuerdo con bastante gratitud al menos cinco trabajos de su filmografía: la divertida dramedy gatuna, romántica y también costumbrista, como suele ser sello habitual a lo largo de su obra, CADA UNO BUSCA SU GATO; la comedia negruzca COMO EN LAS MEJORES FAMILIAS, y el estupendo tríptico Erasmus prolongado en el tiempo, casi como un BOYHOOD en tres entregas, UNA CASA DE LOCOS/LAS MUÑECAS RUSAS/UNA NUEVA VIDA EN NUEVA YORK.

Como suele ser norma en su cine, por lo menos el visto por este cronista, vuelve a filmar a ras de vida y a concederle una considerable importancia a la música y al sonido, a canciones que relajan y destensan de algunas de las situaciones amargas, desagradables o ingratas que el destino o nuestros propios actos nos reserven. No muy trágicas en este caso, discusiones, incertidumbres… esas cosas que riegan las existencias humanas.

NUESTRA VIDA EN LA BORGOÑA, hasta el título español delata ese costumbrismo anteriormente señalado, bascula entre cierto documentalismo y una ficción cálida, agradable, confortable. No hay énfasis ni excesivos subrayados melodramáticos, lo cual es una virtud y en algunos momentos puede suponer también una carencia.

Tira de sentimentalismo bastante atenuado, es veraz, grata a la vista. Esos paisajes de viñedos expuestos al sucesivo cambio de las cuatro estaciones proporcionan relax y atractivo.

Los actores se contagian de esa cotidianidad que Klapisch, otra de las constantes de su filmografía, persigue reflejar en todo instante… un amago de seducción, la vendimia, esas sentadas y deliberaciones entre quienes se criaron al amor del hogar y de las viñas, sus riñas, sus reproches.

No hubiera estado de más una mayor profundización en el proceso de la elaboración del vino o en los interines de ´como llevar una bodega, pero no es ese el principal objetivo, el foco que busca Klapisch. Le interesa más bien la relación entre esos tres hermanos (curiosamente sus nombres comienzan por Jean, Juliette yJérémie), Ellos ocupan su máxima atención, su prioridad. Y alrededor suyo, algunos secundarios discretos, que no estorban, sino que más bien complementan lo justo, como es el caso de la actriz española María Valverde haciendo una episódica aparición como argentina residente en Australia casada con el mayor de ellos.

No es de las que dejan especial poso, pero entra bien.

Frase:

“Es un vino complejo, como Juliette” (Pio Marmaï)

José Luis Vázquez