sábado, 7 de septiembre

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Estreno en Royal City

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Animales nocturnos ()

Director: Tom Ford

Intérpretes: Amy Adams, Jake Gyllenhaal, Armie Hammer, Aaron Taylor-Johnson, Michael Shannon, Isla Fisher, Kristin Bauer van Straten, Karl Glusman, Ellie Bamber, Toni French, Amanda Fields, Karli Karissa, Carson Nicely, Lee Benton, Imogen Waterhouse

Sinopsis: Narra la historia de Susan Morrow, una mujer que tras abandonar a su primer marido, un escritor inédito, vive ahora con un médico. De repente recibe un paquete en el que descubre la primera novela de su ex, quien en una nota le pide que por favor la lea, pues ella siempre fue su mejor crítica. Susan lo hace y a medida que se sumerge en la narración, la propia novela acaba olvidando la historia principal para acabar hechizada por este relato dentro del relato, síntoma evidente de que a la nueva vida de Susan le falta algo y deberá explorar en su pasado para saber qué es lo que le impide seguir adelante.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

“Es extraño, últimamente he pensado mucho en él (su ex marido) y justo el otro día me envió un libro que ha escrito. Es… una historia violenta y triste, lo ha titulado Animales nocturnos y está dedicado a mí” (Amy Adams)

 

Supone el segundo largometraje como director del diseñador de moda Tom Ford, tras su “sonado” y estupendo debut hace siete años con UN HOMBRE SOLTERO (A SINGLE MAN), protagonizado por unos sensacionales Julianne Moore y Colin Firth.

Un elegante tratamiento de la imagen, deudor del spot más atractivo y sofisticado; un mundo tanto masculino como femenino que irradia belleza; una rara mezcla de mimo estético y atractiva fealdad; una tensión dramática digna de los mejores elogios; mucho estilo en diferentes frentes o unas historias de pérdidas y redención comunes y coincidentes en los personajes de estas dos obras firmadas hasta la fecha, son algunas de las señas de identidad de su cine, que como indicaba al comienzo de este artículo, es todavía escaso en cuanto a número todavía… pero ya destacable en conclusiones positivas, en calidad.

Son varios los que lo cuestionan echándole en cara que camufla el vacío, el contenido, mediante imágenes elaboradas, cuidadas, más bien propias de anuncio publicitario sin más. Así como otras veces estoy de acuerdo con las opiniones de alguno que esto afirma, no es el caso en esta ocasión, más bien discrepo rotundo de tales conclusiones.

A mí debo reconocer que estos ANIMALES NOCTURNOS me remueve cosas, me desazona y pese a ser un término un tanto socorrido, sin ir más lejos por parte de quien esto firma, me perturba muchísimo. Esa impostura y artificiosidad achacadas por algunos no me suenan esta vez a fingidas; lo expuesto me transmite sentimiento, dolor, autenticidad, pese a ir envuelto en hipnótica filigrana estética, algo que por otra parte no me parece reprobable siempre que el hueso sea consistente, como es el caso.

Leo en una revista promocional de estrenos algo –es conveniente echar un vistazo a esta prensa, suelen incluir información más precisa y concreta que la vertida por muchos de los que nos dedicamos a esto, entre otros motivos porque se hacen eco o constituyen declaración de intenciones de quienes son responsables de las creaciones- que la resume perfectamente.

Se refieren a la misma como “thriller elegante” e indican que estamos ante una “historia sobre el amor y la crueldad, la venganza y la redención”.  Lo que viene a continuación, “un film que suena a Oscar”, puede resultar más divagador pero no me parecería en modo alguno ningún disparate, pues desde ya mismo la incluyo en el pelotón de cabeza de lo mejor visto este año.

Confieso que su final me parece uno de los más terribles –desde un aspecto emocional- y desoladores contemplados en mucho tiempo.

El medio utilizado, una historia dentro de otra, paralela, o colateral, me parece en esta ocasión todo un acierto, pues ambas acaban solapándose, metaforizando, superponiéndose, convergiendo.

Para todo esto es fundamental la complicidad de los actores, como ya demostrara el cineasta con anterioridad. Y aquí casi no pueden ser mejores, al menos ella, Amy Adams, en magnífica forma profesional (impresionante su “tour de force” en LA LLEGADA, en plenitud física y artística (cómo aguanta y qué turbo le pone a los primeros planos, constituyen todo un regalazo), dando la réplica a un Jake Gyllenhaal (BROKEBAK MOUNTAIN, ZODIAC, PRISIONEROS) como un individuo tan desolador como antes indicaba refiriéndome a su desenlace… de lo devastador igualmente.

Me encanta ese sheriff típico de producción norteamericana independiente, podría provenir de alguna de los Coen,  que encarna con implacable parsimonia Michael Shannon, un tipo “cavernoso y amoral “, tal como lo han descrito en atinadamente en el estupendo programa televisivo de La 2 Días de cine.

Los calificativos expuestos también por otros colegas que sí la alaban los puedo hacer perfectamente míos: Excitante,  inquietante (genera un suspense de legítima ley, muy cierto), cautivadora, apasionante, hipnótica…

A la vejez, viruelas. Más de media vida combatiendo a los gafapastas y va a resultar que soy uno de los comandantes supremos de ellos. Qué le vamos hacer, habrá que asumirlo lo más dignamente que pueda. En cualquier caso, en uno u otro bando, por favor nunca duden de la sinceridad de mis gustos. Y si fuera necesario que tuvieran que ponerme a prueba, aceptaría gustoso el guante.

 

 

 

 

 

José Luis Vázquez