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Diario de un Cinéfilo Compulsivo

 

Domingo, 8 de diciembre

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Foto: una escena de El tiempo contigo/Tenki no ko/Weathering with you

-Remato el último estreno que me faltaba del anterior fin de semana. Insisto, este fin de año está siendo una bendita locura en la cartelera ciudadrealeña. Impagable gracias a los responsables y amigos del Parque de Ocio Las Vías por la ingente cantidad de propuestas con las que nos están obsequiando, o para no herir susceptibilidades, lo diré en primera persona… me están obsequiando. En esta ocasión se trata de animación de la buena nipona… EL TIEMPO CONTIGO (TENKI NO KO/WEATHERING WITH YOU):

Qué duda cabe que el cine japonés de animación ha alcanzado en las últimas décadas un status de elevado y merecidísimo prestigio, hasta el punto en algunas ocasiones de disputarle el cetro a los mismísimos yanquis (dicho con todo el afecto del mundo, jamás con desdén como se suele hacer, a mí no me gustaría que se refiriesen a nosotros por cualquier de los dos bandos contendientes en la Guerra Civil… pero ahí lo dejo, no me pondré más exquisito). Lo cual no quiere decir que comulgue con todo lo procedente del país del sol naciente, como por otra parte tampoco lo hago con mi amadísimo, venerado cine norteamericano o de cualquier otro lugar por mucho que me guste.

El caso es que son varias las obras redondas, maestras, plenamente satisfactorias, como diantres quieran denominarlo, que he visto con manufactura de aquellas latitudes, y en las que con personajes reales reinaran también hace muchos años cineastas tan descomunales como Akira Kurosawa, Kenji Mizoguchi o Masaki Kobayashi o tantos otros, la relación aseguro que es extensa (Naruse, Imamura, Kinugasa, Inagaki, Shindo, Takai, Ichikawa, Oshima, Kitano, Yamada, Koreeda… o Otomo, Kon, Takahata, Oshii, Kawajiri, Yuasa, Watanabe, Rintaro, Kamamori en el género que me ocupa).

Y ahora acaba de llegar a las pantallas ciudadrealeñas la última maravilla de uno de los más inspirados “discípulos” (no en su sentido estricto, al margen de los míticos Ghibli) con estilo propio del grandísimo Hayao Miyazaki, de Makoto Shinkai (46 años), firmante de joyitas del calibre de EL LUGAR QUE NOS PROMETIMOS, VIAJE A AGARTHA, EL JARDÍN DE LAS PALABRAS, 5 CENTÍMETROS POR SEGUNDO o la relativamente reciente –de hace 3 años- y maravillosa YOUR NAME, que la pasara en una de las sesiones de VOS que tengo el honor y gustazo de seleccionar y presentar.

Shinkai vuelve a deslumbrarme con esta historia sobre un adolescente que decide dejar atrás su solitaria vida en una isla y la chica capaz de cambiar el clima, provocar que salga el sol. Ya de partida no me negarán que su argumento posee un encanto irresistible que se ve acompañada por unas imágenes ya no artesanales sino verdaderamente artísticas, donde la lluvia, la salida del astro rey, las sensaciones lumínicas que ello genera, están captadas primorosamente por su intenso autor. Su tratamiento de la luz es portentoso, sencillamente impresionante. Y no precisaré más para no chafarles nada.

Y otra vez la lluvia como elemento de una fisicidad y belleza indescriptibles, tal como ha sucedido con las actualmente  en carteleras –y reales- DÍA DE LLUVIA EN NUEVA YORK y LEGADO EN LOS HUESOS. A propósito de esto siempre me acuerdo de aquel –en todos los sentidos- precioso trabajo de un principiante Coppola titulado igual de poéticamente en español y en el original… LLUEVE SOBRE MI CORAZÓN o GENTE DE LLUVIA.

Sobre el corazón de los protagonistas también cae lluvia de amor y de… descubrimientos y sensibilidad a raudales. Pero aspecto fundamental acaba resultando el envoltorio o la ambientación que presagia un tiempo apocalíptico sin llegar a rebasar del todo el dintel, dejando opciones para la esperanza. La fantasía otra vez como escape a una especie destructiva y depredadora  (también felizmente reivindicable gracias a lo mejor de nosotros mismos y a quienes se apartan del rebaño y el orden erróneamente establecido) y a un planeta que ojalá no tengamos los días contados.

Como dato curioso, anecdótico, informarles que por primera vez en un cuarto de siglo Japón ha elegido con ésta una cinta de animación para representarles en el Oscar a la mejor película de habla no inglesa, rebautizado creo que por primera vez como película internacional. Todo un atrevimiento en absoluto infundado, lo que pasa es que este año se va a encontrar con competidoras potentísimas en su camino, desde PARÁSITOS a DOLOR Y GLORIA de Almodóvar.