viernes, 29 de marzo

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Diario de un Cinéfilo Compulsivo

 

Sábado, 25 de mayo

Imprimir artículo

Foto: Jackson A. Dunn en El hijo/Brightburn

-El segundo estreno que veo este fin de semana parco en ellos mantiene el nivel, en otro registro, alcanzado el día anterior con ALADDIN. Se trata hasta cierto punto de una obra singular, de ahí que EL HIJO (BRIGHTBURN) no creo que vaya a tener una buena respuesta en taquilla:

Venía precedida como la avanzadilla de una especie de nuevo subgénero, el de terror de superhéroes. De hecho, oficiosamente claro, esta inquietante, oscura, sanguinolenta y perturbadora propuesta podría interpretarse como la cara B de Superman (el que ya en su origen llegó a presentarse con tintes malévolos) o un derivado suyo, o si lo prefieren, su reverso maléfico.

En su segundo trabajo tras las cámaras, después de su debut en 2014 con el interesante thriller fantástico THE HIVE, el norteamericano David Yarovsky tira de punto de vista propio y particular dentro de un género proceloso (además, utiliza muy bien recursos como la elipsis, al comienzo, al mostrar el crecimiento del bebé). Consigue en buena medida que ese cine de líneas blancas y heroicas sea sometido a trazos siniestros y desasosegantes.

El susodicho hijo, el niño protagonista de 12 años, impecablemente encarnado por Jackson A. Dunn (no lo he podido contrastar, pero quiero recordar que es una de las manifestaciones adolescentes de Scott Lang/Ant Man en VENGADORES: ENDGAME), parece un reconvertido y mucho más poderoso descendiente que el Damien de la trilogía de LA PROFECÍA. De hecho, su glacial mirada, oportunamente realzada en varios momentos, alcanza parecidos límites de malestar a la expuesta por el crío Harvey Spencer Stephens en la magistral obra de Richard Donner.

Y aunque no parece ser que sea esa su intención, de hecho, Yarovksy ha afirmado que este proyecto surgió en parte como una carta de amor a su madre por creer en él y convencer a los demás de que era especial, me transmite ciertas sensaciones molestas, como las consecuencias de “tener”, de adquirir hijos por arte de birlibirloque o la ceguera que provoca el celo, el exceso de protección maternal. Insisto, no creo que estuviera en la mente de sus autores transmitir esto, pero como las obras artísticas una vez que se exponen a los espectadores, acaban resultando libre interpretación de estos… pues eso.

Sin alejarme de terrenos familiares, informarles que esta empresa lo es en grado considerable, pues ha sido producida por James Gunn (el firmante del estupendo díptico de GUARDIANES DE LA GALAXIA) y escrita por el hermano de éste, Brian, y por su primo Mark. Así que una buena parte de la creación de EL HIJO queda en casa.

Desde luego está muy bien resuelta y filmada, aprovecha bien un ritmo sosegado, pese a momentos violentos no tira de demasiados efectismos (la mayoría se concentran en el tramo final) y ofrece una muy buena interpretación de Elizabeth Banks como esa madre abnegada hasta la ceguera, aferrada a su hijo.

Otra nueva vuelta de tuerca sobre la naturaleza del mal. Francamente estimulante… dentro de sus parámetros inhabitualmente sombríos.

<iframe width="560" height="315" src="https://www.youtube.com/embed/a90TPlWvoRE" frameborder="0" allow="accelerometer; autoplay; encrypted-media; gyroscope; picture-in-picture" allowfullscreen></iframe>