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Diario de un Cinéfilo Compulsivo

 

Miércoles, 16 de enero

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Foto: una escena de Astérix: El secreto de la poción mágica/Astérix: Le secret de la potion maguique

-Cuarto y último estreno del fin de semana que aprovecho para ver un Día del Espectador que preveía muy tranquilito, de ahí que me haya animado a ello, pues las aglomeraciones las rehúyo cada vez más según voy cumpliendo años, o si tengo que enfrentarme a ellas, que sean tranquilitas y no ruidosas. Un(os) antiguo(s) pero siempre joven(es) conocido(s) de la infancia vuelve(n) a hacernos una visita al poco de finalizada la Navidad, ASTÉRIX: EL SECRETO DE LA POCIÓN MÁGICA (ASTÉRIX: LE SECRET DE LA POTION MAGIQUE):

Ya dije en su momento, hace exactamente cuatro años con motivo del reinicio animado –LA RESIDENCIA DE LOS DIOSES- del popularísimo personaje creado por René Goscinny y Albert Uderzo que surgiera por primera vez el 29 de octubre de 1959 en la revista Pilote. Me refiero al hecho de que nunca constituyó uno de mis héroes favoritos de infancia, pero también he de reconocer que siempre que caía una de sus historietas en mis manos me lo hacía pasar bien.

Los responsables del título anteriormente citado, la dupla formada por el animador Louis Clichy y el humorista Alexandre Astier, vuelven a acertar sin alharacas con esta nueva aventura del galo. Para ello parten de una historia original de Astier inspirada por supuesto en los personajes originales.

Es la hora de que el veterano druida Panoramix legue a un colega más joven el secreto de esa poción mágica por la que su pueblo adquiere una fuerza inusitada. La operación recambio comienza sin dilación.

Tan sencilla pero efectiva premisa es aprovechada por sus directores para volver a elaborar una animación por ordenador –se nota la alargadísima sombra e influencia de Pixar- alejada del dibujo tradicional, no especialmente sofisticada, ni falta que hace, pues resulta lo suficientemente atractiva como para concitar atención en todo momento.

Además, muestra un respetabilísimo nivel de fidelidad respecto al original, aunque sobre este tipo de asuntos rara vez suelo entrar al trapo o pronunciarme. Tampoco esta vez voy a hacerlo pese al breve apunte expuesto, pues es un hecho que nunca me parece destacable, me remito siempre a la única y exclusiva versión de quien adapta las bases gráficas o literarias a la gran pantalla.

Sus principales criaturas vuelven a mostrar un carisma que rara vez se ha llegado a lograr en las 12 traslaciones -8 animadas y cuatro con personajes reales, estas últimas más bien olvidables y cansinas- surgidas hasta la fecha desde la primera de 1968, varias de ellas –alguna muy destacable, como LAS 12 PRUEBAS DE ASTÉRIX- debidas a sus autores.

Como en LA RESIDENCIA… la narración es fluida, ofrece algunas simpáticas situaciones y tira de simpatía y hasta de encanto en algunos instantes.

No ofrece sorpresas, pero va a lo seguro, tirando de un oficio y aplomo agradecibles. Es moderadamente disfrutable.