Una serie con el rostro de Sarah Jessica Parker en la portada, es reclamo suficiente como para detener tu mirada y dar OK al mando de la TV en el canal de HBO. Se trata de la serie Divorce, con una primera temporada de 10 capítulos de 60 minutos de duración.

Sarah Jessica Parker, interpreta a Frances, una mujer de mediana edad, madre de dos niños, que comienza a dudar si después de diez años de matrimonio, le merece la pena seguir casada, llevar una vida previsible y amena o por el contrario divorciarse y liberarse de ese enorme peso que la está ahogando poco a poco.

El detonante de esta crisis, comienza en la fiesta del 50 cumpleaños de su amiga Diane, que tras una breve discusión con su marido en plena celebración, se plantea poner fin a su matrimonio. Este hecho, le hará reparar a Frances que su matrimonio tampoco es idílico, y que poco a poco, se ha ido desmoronando con el paso de los años. A Frances le cuesta aceptar la idea del divorcio como la solución más beneficiosa para todos los miembros de la familia. Ante esta difícil decisión, Frances y su esposo pasarán por diferentes etapas como: amargas sesiones de terapia matrimonial, infidelidades, agresividad verbal en publico e indiferencia.

Desgraciadamente Sarah Jessica Parker “Frances” no es “Carrie” y “Divorce” nada tiene que ver con “Sex and the City”. Aún así merece la pena ver la vuelta a la televisión de Sarah que para todos nosotros siempre será Carrie Bradshaw, la columnista semanal del periódico “The New York Star”.

Recomendable.