Netflix expande sus producciones por toda la geografía mundial, en este caso Italia, donde nos ofrece una serie que ha sido un rotundo éxito de público y crítica. Basada en el escándalo “Baby Squillo”, que salpicó a una veintena de policías, políticos y empresarios acusados de corrupción de menores.

“Baby” consta una primera temporada de 6 capítulos de casi 60 minutos de duración, se acaba de anunciar el comienzo del rodaje de una segunda temporada. Dirigida por Andrea De Sica y Anna Negri. Debemos destacar una estupenda banda sonora a cargo de Yakamoto Kotzuga y un magnífico guion que nos ofrece muchas frases para recordar como:

     “Si tienes 16 años y vives en el barrio más bello de Roma, eres afortunado, pero aunque todo parezca perfecto, para sobrevivir necesitamos de una vida secreta”.

En principio, nos puede recordar a otras serie de temática similar como la exitosa “Élite” pero poco tiene que ver, salvo que los personajes se mueven dentro de un Instituto Privado de Roma, donde las ricas familias romanas llevan a sus hijos para prepararlos ante los retos que les deparará la vida.

“Baby” combina de manera magistral temas tan polémicos como la prostitución, drogas, sexo, corrupción de menores, relaciones abiertas, dinero fácil… La serie nos narra la vida casi (im)perfecta de dos chicas menores de clase alta (Chiara y Ludovica) incomprendidas y confundidas, rodeadas de problemas personales (ciberbulling) y problemas familiares, se ven abocadas a jugar a “ser mayores” siendo tan solo unas adolescentes.

Ambas esconden un pequeño secreto y es que por las noches su vida dista mucho de ser ejemplar tal y como su status les exige. La serie trata con bastante delicadeza temas escabrosos como es la explotación sexual de menores, aún así numerosos colectivos sociales italianos trataron de impedir su realización.

Por último, no me resisto a terminar este artículo con dos de las frases que se dicen los personajes:

     “Einstein dijo que las cosas cambian en la superficie, pero en el fondo siguen siendo las mismas”

     “El pasado no desaparece. Permanece dentro de nosotros, en nuestro presente”.

Recomendable.