sábado, 20 de abril

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Opinión

San Pedro: la iglesia más hermosa de Ciudad Real

Artículo de opinión de Emilio Nieto López, Primer Decano de la Facultad de Educación UCLM

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San Pedro fue el primero entre los apóstoles y el primer papa de la iglesia católica y no lo fue por su inteligencia y capacidad intelectual sino sencillamente porque supo dejar todo y entregar todas sus fuerzas a divulgar las enseñanzas que su maestro había grabado en su alma y en su corazón. Por todas las partes de la cristiandad proliferaron iglesias, catedrales y santuarios con la advocación del príncipe de la iglesia católica. San Pedro fue crucificado como su maestro pero con la cabeza hacia abajo en señal de sumisión y de respeto.

En Ciudad Real, hablar de San Pedro es sencillamente ubicarse en la basílica mandada construir por los Caballeros Templarios de la Flor y Nata, monjes y militares al mismo tiempo, y defensores siempre de la justicia, de la paz, del honor y sobre todo de la religión cristiana ( Velarde, Céspedes y Triviño), allá por los años finales del siglo XIV, posiblemente en los años en los que Ciudad Real, Andújar y Madrid dejaron de pertenecer a la corona de Castilla para pasar a la corona de León VI de Armenia, entre los años 1382 a 1391. Era lógico que la construcción se llevara a efecto en el estilo gótico nacido en el siglo XII, concretamente en Francia, cuando el abad Suger construye la abadía real de Saint Denis en 1140, dado que ya se había abandonado el estilo románico más propio del campo rural. Fueron, sin lugar a dudas, las órdenes religiosas, cistercienses, mendicantes, franciscanos y dominicos, las que rápidamente extendieron por toda Europa el nuevo formato de construcción mucho más esbelto, luminoso y con amplias vidrieras que el antiguo románico.

San Pedro se construyó bajo ese mismo estilo artístico exitoso en toda Europa, pero no sabemos con exactitud el año en el que empezaron las obras ni tampoco en el que se terminaron, allá mediados el siglo XV, posiblemente bajo el reinado de Juan II hijo de Enrique III el Doliente y de Catalina de Lancaster quien regentó el reino hasta su muerte el año 1418. Pero algunas dudas nos causa la obra de D Luis Delgado Merchán: Historia documentada de Ciudad Real, cuando dice que en 1396 se produjo el incendio de la Casa de la Villa (Ayuntamiento de la capital) y que ese mismo año se tuvo que trasladar parte del archivo municipal, que no se había quemado, a la iglesia de San Pedro, concretamente a la parte del poniente en el trascoro y bajo cobertizo sobre la magnífica portada que destaca junto a la cárcel en cuyo espacio se celebraron las juntas y sesiones del municipio durante todo el siglo XV y no poco del siglo XVI. ¿Esto quiere decir que la iglesia de San Pedro ya estaba construida en el año 1396?

Parece que hay pocas dudas que el barrio de San Pedro fue el primitivo asentamiento de Villa - Real y por lo tanto sucesor de la proyectada ciudad de Alarcos por el rey Alfonso VIII, cuyo abolengo real deja claro que en él se ubicaron las más insignes familias como los Velascos y Chinchillas, los Torres, los Pobletes, los Céspedes, los Pulgares, los Aguileras, los Cocas, Treviños, Veras, Valdepeñas, Estradas, Velardes etc. En este barrio se encontraban todas las dependencias oficiales y edificios públicos indispensables para la vida civil, política y religiosa como pueden ser: El Alcázar Real, el Convento de San Francisco, Santo Domingo, la Sala de Armas Real, el vetusto Hospital de San Blas, la Ermita de Nuestra Señora de la Balvanera, la Casa del Concejo, la iglesia parroquial de San Pedro y por supuesto el célebre Pozo de D. Gil.

La iglesia de San Pedro tiene una estructura de cruz latina, como todas las iglesias que se construyeron al oeste de Jerusalén. Su ábside, en este caso poligonal de siete lados, mira al saliente como Santiago y Nuestra Señora del Prado (Catedral) formando con ellas ese famoso triángulo nuclear de los tres barrios a los que representan, desde la perspectiva religiosa. San Pedro es una de las iglesias más bellas y hermosas que posee Ciudad Real capital y provincia, se encuentra situada en un lugar estratégico y de relevancia especial entre las calles Lanza, Ruiz Morote (antes de 1923, calle Dorada) y General Rey (antes de 1913, calle Ballesteros) y vista desde su exterior, especialmente desde su parte norte, se asemeja a una fortaleza medieval debido a los grandes contrafuertes de forma semicircular que sujetan la estructura del techo.

Su construcción no se realizó tal cual fue diseñada ya que desde el primer momento de su terminación tuvo que sufrir diferentes modificaciones debido entre otros aspectos a los equivocados cálculos de los pesos de las bóvedas sobre las pilares exteriores, por lo que se tuvo que reforzar todo su perímetro de tal manera que en la parte norte se construyeron, como ya he señalado tres grandes muros cilíndricos de sujeción, en la parte suroeste se edificó la torre que sirve de contramuro y en la parte sur se edificó la capilla de los Cocas, donde reposan los restos del Chante de Coca y confesor de Isabel I de Castilla, Fernando de Coca, En su parte oeste al estar prácticamente tapiada durante muchos años no fue necesario ningún nuevo contrafuerte.

Posiblemente San Pedro es una de las iglesias que más problemas ha tenido a lo largo de su existencia debido a dos fenómenos uno humano y el otro geológico. Podríamos decir que el problema humano se descubre desde el mismo momento de su terminación ya que según nos dice D. Luis Delgado Merchán la iglesia de San Pedro fue reedificada en 1473. ¿Esta reedificación es la que corresponde a los diferentes cambios sufridos por el edificio en sus muros exteriores antes enunciados? Aunque demos un salto de gigante en el tiempo, es necesario llegar al año de 1936 cuando una milicia anarquista- comunista del batallón dirigido por Félix Torres Ruiz, alcalde de Valdepeñas, miembro de la UGT, y compromisario del PSOE por Ciudad Real, ocupa el templo, destroza todas las imágenes religiosas, quema el coro y la sillería del altar mayor, destruye el retablo de alabastro de la Virgen de Loreto de la capilla de los Coca, incendia el órgano construido en 1762 por Lorenzo Fernández Dávila, organista mayor del Rey, y profana el templo para convertirlo en un garaje de tanques de guerra al mismo tiempo que ocupa la torre con ametralladoras antiaéreas. En definitiva se cometen los mayores atropellos contra una iglesia de los cristianos que nunca antes se había visto ni oído.

Como está plenamente documentado en 1755 se produjo el terrible terremoto de Lisboa, llamado así porque el epicentro estaba en la capital lusa, que provocó la destrucción de parte del techo y la inclinación de una de las columnas interiores que en estos momentos aún es visible. Según cuentan los que sufrieron esta catástrofe, la ciudad tembló por unos quince segundos y parecía que todos los edificios se iban a derrumbar y sus moradores a morir enterrados debajo de los escombros, tal eran el ruido y el temblor que parecía que todo se movía y nada iba a quedar en pie.

Desde septiembre de 2010 hasta abril de 2011 se acometió un arreglo general de limpieza de la piedra, eliminación del moho, retirada de morteros inadecuados, colocación de piedras desgastadas en columnas del interior y del exterior todo ello dirigido por los arquitectos Eusebio Coronado y Luis Alía Miranda, de tal manera que San Pedro es hoy la iglesia más hermosa de Ciudad Real, declarada Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico el 20 de junio de 1974.

No querría terminar esta aproximación a la Iglesia de San Pedro y San Pablo, ya que no he querido ahondar en muchos aspectos constructivos de gran interés pero muy documentados, sin indicar que cuando se terminó su construcción San Pedro podía ser contemplada en todo su esplendor desde la Calle la Mata; hoy por la avaricia y la pésima gestión de nuestros regidores en lo tocante a aspectos urbanísticos y de conservación artística de nuestro patrimonio cultural, esta bella imagen de la Iglesia de San Pedro es totalmente imposible poderla contemplar, cuando se entra en Ciudad Real por la calle de la Mata. ¡Ojalá algún día nuestras nuevas generaciones puedan admirar la Iglesia de San Pedro desde la Calle de la Mata porque todos los impedimentos han desaparecido!