jueves, 28 de marzo

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Haciendo las américas

El número 45

por Lola Romero (Houston)

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir artículo

Este viernes Donald Trump será investido Presidente de Estados Unidos. Hará el número 45, y a juzgar por todo lo que dicen los expertos en periódicos y revistas, radio y televisión, parece la primera vez en la historia de este país que nadie sabe a ciencia cierta qué esperar de su “comandante en jefe”.

Me encantó un tuit que leí este sábado y que resume muy bien lo que se piensa de Trump en muchas instancias. Dice el periodista español Isaías Lafuente que “Trump será un presidente capicúa. Tiene muchos conflictos de interés y mucho interés por el conflicto”.

Por eso hay mucha especulación, interpretaciones en base a su personalidad o sus tuits… y mucho ruido también. Todos hablan estos días de “la que se avecina”, desde Meryl Streep en el micrófono de los Globos de Oro, a los periodistas que firman estas semanas artículos y perfiles intentando retratar al magnate, pasando por la calle, la oficina y el supermercado, donde se oyen comentarios de todo tipo, desde la sorna de quienes creen a Trump perro ladrador, al casi miedo de quien piensa que realmente acabará mordiendo. Y no menos ruido hace él mismo, entrando al trapo de polémicas, contestando sin filtros (y sin pensar, que es peor) y dejando mucho espacio a la imaginación…

De Obama y su discurso de despedida también se ha hablado bastante, sobre todo de su promesa de “hacer la transición de poderes sencilla y fluida”, que fue contestada por sus seguidores con un gran abucheo. Obama replicó que hacerlo así era una de las señas de identidad de la democracia americana y que George W. Bush así lo había hecho con él.

En este sentido, que Obama quiera allanar el camino no creo que sea suficiente. Como recoge Nancy Gibbs, la Editora Jefe de la Revista Time en el número de esta semana, “Ya sea por su desdén hacia los analistas de inteligencia, la distancia con la agenda de su partido, su tortura en Twitter hacia las corporaciones o su desafiante última conferencia de prensa, todo en la transición de Trump ha puesto a prueba las maquinarias del poder y el protocolo”. Por eso se habla de que no sólo Trump tendrá que aprender cosas en los próximos meses… todos los demás, incluidos nosotros “el público” y “el pueblo”, también.

Una de las cosas que tendrá que aprender, ha dicho Obama en una entrevista, es que “Estados Unidos es la organización más grande del mundo”, y que no se puede gestionar como se gestiona un negocio (o una compañía) familiar. Quizá esto es lo que más miedo o incertidumbre provoca sobre Trump, que él mismo ha presumido hasta la saciedad de “lo bien” que ha gobernado sus empresas, y que en cierta manera ha dado a entender que no cree que sea muy diferente gobernar el país. Pero lo es.

Porque el objetivo de un estado no es generar beneficios económicos, sino sociales; porque el “Comité de dirección” lo eligen los ciudadanos, y pueden pedir cuentas a través de elecciones y de los contrapoderes del Congreso y del Senado (bastante más poderosos aquí en Estados Unidos que en otros países, incluido el nuestro); porque la comunidad internacional no es “la competencia”… Y todo ello, aunque sí que haya que buscar un balance saneado, y ser efectivo y eficiente.

De todas maneras, no todo son predicciones agoreras. Cobran fuerza quienes dicen que la Oficina Oval imprime carácter de cooperación y reflexión, y que con Pence como Vicepresidente, Trump tiene las espaldas cubiertas (y las manos un poco atadas).

A partir de este viernes 20 de enero, las respuestas a todas las preguntas el aire estarán un poco más cerca. Aunque lo más probable es que surjan nuevas cuestiones…

 

Foto: Dos portadas de la Revista Time. La primera tras la elección de Trump y la segunda justo antes de que tome posesión. (Lola Romero)