viernes, 29 de marzo

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Estreno en Royal City

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12 valientes ()

Director: Nicolai Fuglsig

Intérpretes: Chris Hemsworth, Michael Shannon, Michael Peña, Trevante Rhodes, Elsa Pataky, Austin Stowell, Jack Kesy, Navid Negahban, Laith Nakli, Ben O'Toole, Fahim Fazli, Kenny Sheard, Austin Hebert, Yousuf Azami, Tommy Truex, Taylor Sheridan

Sinopsis: Unos agentes de la CIA y fuerzas especiales entran en Afganistán tras el 11 de septiembre para desmantelar a unas fuerzas talibanes. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 4 estrellas

Cuenta un episodio histórico elevado a los altares patrióticos, pero no patrioteros, convenientemente inflado, inflamado, pero no incendiario. Esto es cine, no se olvide, así lo proclamo en numerosas ocasiones. Quien quiera acudir al rigor más depurado que acuda a estudios de historiadores… y aun así, se encontrará con versiones divergentes, contradictorias, no muchas veces fidedignas. Y si entramos al trapo del rigor, quién mejor para hacer gala de ello y saber un poco más que el resto de los mortales, que el escritor que se ha esforzado en reunir información sobre los hechos descritos (aunque les hago al tanto que la tendencia de los tiempos es conocer más los legos que los propios profesionales). Y que, por lo leído, no ha sido muy exagerado en su exposición, aunque pudiera parecer lo contrario. Pues, con las entendibles licencias, aplicables sobre todo a sus magníficas secuencias de acción, parece ser que se ajusta bastante a lo que pasó por muy rocambolesco que se muestre. Desde luego es “prolija” en localizaciones y datos estratégicos.

Trata sobre la primera operación militar estadounidense llevada a cabo en Afganistán tras los tremendos y traumatizantes ataques del 11-S. El escuadrón Dagger del que se encontraba al mando el capitán Mitch Nelson (todos los personajes puestos en liza son reales) colaboraría con un señor de la guerra local, el que acabaría siendo actual vicepresidente del país, el general Dostum, para combatir a Al-Qaeda y a los talibanes. Un breve prólogo inicial es suficientemente explicativo de esa entrada en conflicto.

Tenía ya ganas de echarme al cuerpo una buena y épica película norteamericana… y lo consigo viendo 12 VALIENTES (12 STRONG). Aunque convendría matizar que su estructura es más bien propia del western, y no lo digo solo porque sus héroes realicen sus gestas montados en caballos.

Por cierto, la historia en cuestión mostrada había sido novelizada previamente, SOLDADOS A CABALLO (una historia bastante desconocida que, en su momento no se pudo lógicamente difundir), por Doug Stanton, siendo guionizada por el propio autor, por Peter Craig (SINSAJO) y por Ted Tally, firmante del libreto de EL SILENCIO DE LOS CORDEROS o por una infravalorada, pero interesante obra de Billy Bob Thorton titulada TODOS LOS CABALLOS BELLOS, también con equinos teniendo una participación destacada. Divagando un poco, informarles que HORSE SOLDIERS era también el título original de la magistral MISIÓN DE AUDACES (ese fue su título español) de John Ford.

Las secuencias al respecto son muy buenas, trepidantes, potenciadas por los imponentes parajes desérticos de Nuevo México (Orogrande, Alamogordo, Socorro), lugar donde se llevó a cabo una buena parte de su filmación.

Ver a estos nobles animales enfrentados a T-72 posee un enorme atractivo. O a valerosos, aguerridos muyaidines de férreos códigos de honor enfrentados a sofisticados misiles, o a Chinook elevándose a casi 10000 metros, o a niños sirviendo de guardaespaldas de curtidos soldados. Son algunos de los momentos que confieren distinción a este notable y sólido exponente del género. Y conste que, ciñéndome tan solo a los últimos conflictos en Afganistán, Libia o Irak, la filmografía de grandes títulos es ya nutrida, desde obras maestras como LA NOCHE MÁS OSCURA, EL FRANCOTIRADOR o EN TIERRA HOSTIL, hasta otras tan destacables como EL ÚNICO SUPERVIVIENTE o 13 HORAS: LOS SOLDADOS SECRETOS DE BENGASI.

A propósito de estos asuntos, no dejen de reparar en el último comentario del soldado encarnado con plena convicción por Michael Peña. Precisamente el apartado interpretativo constituye otro de sus varios aspectos positivos. Chris Hemsworth no necesita de aspavientos para hacer creíble a su personaje (a lo que contribuye que su esposa en la ficción lo sea la suya verdadera, la española y guapa Elsa Pataky), Michael Shannon está viviendo el año de su despegue (recuerden: el malote de la maravillosa LA FORMA DEL AGUA) y Navid Negahban da completamente el tipo requerido del guerrillero autóctono.

Un atractivo espectáculo que no defrauda ni engaña, y que no se deja avasallar por los efectos, pues sus personajes tienen carne y consistencia. Y qué bien, qué buena noticia que haya regresado a la primera línea de frente, de nuevo por sus fueros, el megaproductor Jerry Bruckheimer (cuántas estupendas películas de acción ha producido: LA ROCA, CON AIR, ARMAGEDDON, ENEMIGO PÚBLICO, BLACK HAWK DERRIBADO, MAREA ROJA, PEARL HARBOR). Pasa con buena nota su director, el danés Nicolai Fuglsig (realizador de publicidad, fotoperiodista, fotógrafo de guerra, de ahí su credibilidad en describir ambientes bélicos).

Muy entretenida y movida. Y con alguna reflexión o apunte a tener en cuenta (no daré más pistas aparte de la ya reseñada de Peña, intenten descubrirlos ustedes mismos, no se "haraganicen"). Un meritorio y justo tributo a la soldadesca estadounidense, a quienes con su sacrificio y esfuerzo permiten que vivamos más relativamente seguros –y aburguesados- en Occidente. Y si decir esto es facherío, en fin... Vayan a esos sitios de Oriente Próximo y vean cómo tratan en la actualidad esas hordas –y países- yihadistas a mujeres u homosexuales… por ejemplo, o como se utiliza la religión en su versión más despiadada y extrema. Es más, si están en desacuerdo con esto desistan de vivir en los imperialistas Estados Unidos y acudan a hacerlo a esos vergeles democráticos (¿auspiciados por los USA?, no negaré que a veces sí, pero todo es discutible… no es este el marco adecuado, pero me presto voluntario en cualquier otro foro). Estoy ya cansado de los propios complejos de la parte del mundo en la que vivimos y con los que nos auto machacamos en exceso, cuando por otra parte esos mismos no se lo exigen a tanta mala bestia desparramada por el mundo. Lo de siempre malos, pues el autoritarismo no entiende de siglas, ideologías o credos.

José Luis Vázquez