viernes, 19 de abril
viernes, 19 de abril
Director: John Krasinski
Intérpretes: John Krasinski, Emily Blunt, Noah Jupe, Millicent Simmonds, Cade Woodward, Evangelina Cavoli, Ezekiel Cavoli, Doris McCarthy
Sinopsis: Sigue la historia de una familia que vive en una casa en el bosque cuidándose de no emitir ningún sonido. Si no te escuchan, no pueden cazarte... (FILMAFFINITY)
Parafraseando el brillante díptico terrorífio creado por Danny Boyle, bien se podría haber titulado 89, 472 o 473 DÍAS DESPUÉS. Claro, siempre que tengan a bien canjear a los zombies por el peculiar ser extraterrestre de ésta.
Lo curioso es que la historia que se nos cuenta ya está empezada y no necesita ofrecer excesiva información, poco más que unos cuantos recortes de periódico que ponen en situación, para que uno se meta de lleno en el meollo a las primeras de cambio. Una secuencia inicial protagonizada por un crío y un avión de juguete pone ya los pelos de punta.
De lo mejorcito del género visto en los últimos años y la competencia, afirmo rotundo, es considerable: el díptico de EXPEDIENTE WARREN, DÉJAME SALIR, DÉJAME ENTRAR, INSIDIOUS, LA BRUJA, IT FOLLOWS, BABADOOK, LA VISITA, MÚLTIPLE y otros varios títulos más.
Supone no solo un relato pleno de tensión y angustia, sino toda una experiencia sensorial, en la que el sonido no solo es el principal factor dramático, el quid de la cuestión, sino que la falta del mismo resulta de lo más expresiva. Es uno de los mayores y muchos aciertos que me proporciona este tercer trabajo (tras LOS HOLLAR y ENTREVISTAS BREVES CON HOMBRES REPULSIVOS), ya de madurez, del actor (KINSEY, JARHEAD) estadounidense John Krasinski. Aquí en compañía artística de su mujer en la vida real, Emily Blunt. Ellos encarnan a la pareja. Es también cuñado de Stanley Tucci. Su credencial física: 38 años y 1,91 m.
No confundir con Joseph Kosinski (su parecida fonía puede provocar equívocos, ya me ha ocurrido con un amigo, aunque hoy con Internet es cada vez más difícil equivocarse salvo que uno quiera tirar de memoria, como me sucede demasiadas veces), firmante de la notabilísima cinta de ciencia-ficción OBLIVION.
Pero tal vez lo que más me gusta de esta maravilla es que es perfectamente inscribible en la tendencia que a mí mas me gusta, la de la sugerencia, aunque consigue algo muy difícil, que no renuncie a la explicitud y a amalgamar ambas características en una admirable fusión.
Además, ya de partida el guión proporciona abundantes momentos de verdadera zozobra, de situaciones imaginativas, con enormes posibilidades dramáticas formidablemente plasmadas, acentuadas por la conexión que se puede fácilmente establecer con la familia protagonista.
Y tal como es tendencia de un tiempo a esta parte en este cine, sustos y terrores sirven de perfecta excusa para contar muchas más cosas. Por ejemplo, alusivas al afán protector de unos padres llevado al más entendible de los extremos. Si desde luego empatizan con sus miembros les aseguro que provoca aun mucho más miedo. Y ya no me refiero al más evidente, sino al más sutil. Y no se queda solamente en esto va más allá en su exposición, pues habla sobre lo difícil que es ejercer de padres, sobre todo en situaciones límites. Por cierto, impecable trabajo, como suele ser norma en la cinematografía USA, de los chavales que encarnan a sus hijos, Noah Jupe (SUBURBICON) y Millicent Simmonds (WONDERSTRUCK. EL MUSEO DE LAS MARAVILLAS), la adolescente sorda que lo es igualmente en la realidad, lo cual confiere un mayor verismo a su personaje.
Con las actuaciones de todos ellos contribuyen a que me mantenga inmóvil, atornillado a la butaca durante sus leve hora y media. Y desde luego, el ya mencionado silencio que inunda la mayor parte de su metraje, y que ni Bergman podría mejorarlo en cuanto a su uso, se acaba convirtiendo en todo un revulsivo.
Es de lo más inquietante, desasosegante, emocionante, excitante, humanamente aterradora.
A título anecdótico informarles que es el estreno de terror más taquillero en los USA, recaudando 50 millones de dólares. Es la mejor segunda apertura del año tras BLACK PANTHER y por encima de READY PLAYER ONE.
José Luis Vázquez
