miercoles, 24 de abril

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Estreno en Royal City

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Arsénico por compasión ()

Director: Frank Capra

Intérpretes: Cary Grant, Priscilla Lane, Peter Lorre, Raymond Massey, Josephine Hull, Jean Adair, Jack Carson, Edward Everett Horton

Sinopsis: Un crítico teatral que acaba de casarse decide visitar a sus ancianas tías antes de marcharse de luna de miel. Durante la visita descubrirá que las encantadoras viejecitas tienen una manera muy peculiar de practicar la caridad.

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

Una deliciosa y divertidísima obra maestra de Frank Capra fechada en 1944, también conocida en Argentina como ARSÉNICO Y ENCAJE ANTIGUO, un título mucho más ajustado al original.

Es un puro disparate, de lo más enloquecido, surrealista e irresistible. Cary Grant está estupendo, en realidad como siempre, Priscilla Lane guapísima y luego hay toda una caterva de secundarios de división de honor, desde ese falso doctor encarnado por Peter Lorre, o ese Raymond Massey al que todo el mundo confunde con Boris Karloff, o el atribulado poli James Glesason, o un genial John Alexander como ese majareta presidente Teddy Roosevelt de pacotilla, o esas adorables y peculiares ancianitas encarnadas por Josephine Hall y Jean Adair.

No sé si son imaginaciones mías, y por supuesto ni mucho menos quiero sugerir que los guionistas hermanos Epstein copiaran nada, pero algo del espíritu de Jardiel Poncela y su ELOÍSA ESTÁ DEBAJO DE UN ALMENDRO, advierto en muchos momentos de la trama, como aquél en el que un tipo (divertidísimo Gary Owen) acaba exclamando un descacharrante y entendible “y yo no soy un taxista, soy una cafetera”.

Capra la rodó a punto de finalizar la Segunda Guerra Mundial. Seguramente a los combatientes y a los que regresaban al hogar les supuso un bálsamo ante tanto horror vivido en el campo de batalla. A él mismo le tuvo que servir de terapia tras unos cuantos imponentes documentales rodados en primera línea de combate. Figura en su filmografía, nada más ni nada menos, que entre JUAN NADIE y la imprescindible ¡QUÉ BELLO ES VIVIR!, la película de la Navidad por excelencia, un pequeño fiasco en el momento de su estreno. Qué cosas más extrañas pasan en la vida.

Con películas así me voy completamente feliz a la cama, me río a mandíbula batiente contemplándola, una amplia sonrisa me invade en todo instante y cuántas veces la veo, me vuelve a llevar al huerto de la dicha esta desternillante comedia negruzca (y blanquecina a la vez) que provoca algún susto y por la que no pasa ni una brizna de tiempo ni de apolillamiento.  

No lo había comentado aun, aunque seguramente será conocido de muchos buenos cinéfilos, su argumento va de adorables ancianitas que se dedican a “aliviar” de facto las penas de quienes como ellas han llegado a una respetable edad solo que en peores condiciones ¿Podría suponer el  primer antecedente cinematográfico de la eutanasia?

Plenamente gozosa y gozable. 

José Luis Vázquez