viernes, 26 de abril

Ciudad Real

Visita nuestra página en Facebook Síguenos en Twitter Síguenos en Instagram Síguenos en YouTube
Buscar
Logotipo de Ciudad Real Digital

Estreno en Royal City

Compartir en Facebook Compartir en Twitter Imprimir crítica

El sueño de Gabrielle ()

Director: Nicole Garcia

Intérpretes: Marion Cotillard, Louis Garrel, Àlex Brendemühl, Brigitte Roüan, Victoire Du Bois, Aloïse Sauvage, Daniel Para, Jihwan Kim, Victor Quilichini, Ange Black-Bereyziat, Sören Rochefort, Camilo Acosta Mendoza, Francisco Alfonsin

Sinopsis: Adaptación de la novela "Mal de Pierres". Sigue los pasos durante 20 años de una sofisticada mujer, que tras contraer matrimonio con un hombre después de la II Guerra Mundial, se enamora de un enfermo que conoce en un balneario al que acude para tratar las piedras que tiene en su riñón. (FILMAFFINITY)

Crítica de José Luis Vázquez

Valoración: 5 estrellas

“No hay por qué pensar como nuestros padres” (Louis Garrel)

 

Sobre –aquí lo ocupa tan solo parcialmente, no es su leiv motiv principal- tránsitos por balnearios he visto este 2017 dos excelentes películas de corte diferente. La otra es la tampoco pontificada LA CURA DEL BIENESTAR.

Pero el asunto principal de la aquí “encausada” es, fundamentalmente, una historia de corazones desbocados, callados o sufrientes, y la búsqueda de la libertad y la pasión sin límites por parte de su protagonista, la susodicha Gabrielle.  

Ella se convierte en el soporte y el eje de un amor que se acaba revelando enorme, descomunal, generoso y entregado (me refiero en concreto a uno de los vértices que no voy a desvelar para no chafar nada).

Y es que es importante, como prácticamente casi siempre, no contar demasiado de una trama que sufre un giro casi final que a mí al menos consigue despistarme para muy bien. Y al que debo añadir una concluyente y elocuente escena postrer.

Para contar esto, la directora francesa de nacimiento argelino Nicole Garcia (70 años), en el que es su noveno trabajo (en tres décadas desde 1986, les recuerdo que ha sido y es también guionista y actriz, los buenos aficionados la recordarán como la violinista de la “lelouchiana” LOS UNOS Y LOS OTROS), tira de un academicismo, diría que más bien clasicismo, de lo más favorecedor. Me han entrado ganas de conocer el resto de la filmografía de esta mujer de la que tan solo he podido ver el estimable policíaco EL ADVERSARIO

No necesita recrearse en exceso en las razones de la protagonista para poder entender su comportamiento, desquiciado y enfermizo sí, pero también perfectamente comprensivo en su ansiedad y compulsión. Ni para poder relacionarlo con una madre autoritaria, desnudada en su actitud mediante una escueta pero contundente frase de ese marido parco en palabras pero concluyente y lúcido en diagnósticos y sentimientos. Por cierto, temporero español, huido de la Guerra Civil.

El título original, MAL DE PIEDRAS, extraído de la novela en que se ha basado firmada por la italiana Milena Agus, explica un proceso físico que  lleva a la protagonista a descubrir ese amor carnal e idealista que tanto anhela, esa “cosa principal” invocada peculiarmente a Jesucristo que puede dar sentido a la vida, pero el rebautizado por estos pagos complementa muy bien lo que acabará resultando materia prima sustancial, ese sueño de Gabrielle.

Consiguen emocionarme y sorprenderme estos amores afligidos, dolientes, desesperados aquí retratados. Y a ello contribuye poderosamente la magnética presencia de una Marion Cotillard cada vez más grande. Confiere toda la fragilidad y sensibilidad deseada a esa criatura anhelante, fantasiosa, volcánica, tempestuosa, con la que le toca lidiar, rebelde ante las convenciones sociales y familiares, parcialmente enferma no solo del riñón sino de esa fiebre instalada en esa víscera llamada corazón.

Estupendos también los dos vértices masculinos del triángulo. Ese héroe abatido y decadente de la Guerra de Indochina, encarnación perfecta de un cierto tipo de ideal amoroso. Pero a mí el que más me conmueve es el marido. Callado, escaso en palabras, comprensivo, el que acaba amando más realista y a la vez furibundamente. Y que diga esto no creo que les chafe nada, véanla y ya lo contrastarán ustedes.

Los tres están envueltos dentro de un tono enfebrecido y contenido a la vez, me convence del todo ese maridaje. Seguramente muchos, sobre todos colegas, la despacharán como una simple o correcta película. A mí lo bien hecho y expuesto siempre me parece un motivo de plena satisfacción, como es el caso. No le pongo peros a esta desgarradora búsqueda del éxtasis amoroso, pero también y sobre todo, este canto a los sentimientos verdaderos (o incluso los verdaderos sentimientos).

José Luis Vázquez