jueves, 18 de abril
jueves, 18 de abril
Director: Stacy Title
Intérpretes: Douglas Smith, Lucien Laviscount, Cressida Bonas, Doug Jones, Michael Trucco, Faye Dunaway, Erica Tremblay, Cleo King, Marisa Echeverria, Jenna Kanell, Carrie-Anne Moss, Ava Penner, Seth William Meier, Dan Anders, Kurt Yue
Sinopsis: Cuando tres estudiantes universitarios se mudan a una vieja casa fuera del campus, sin querer, liberan a "Bye Bye Man", un ente sobrenatural que persigue a quien descubre su nombre. Intentarán mantener su existencia en secreto para alejar al resto de una muerte segura. (FILMAFFINITY)
Parece ser que somos varios (cinéfilos, aficionados, críticos) los que coincidimos en que lo mejor de esta modesta producción de terror estadounidense es su prólogo. En lo que a mí respecta por dos motivos. Por el que más importa a los posibles espectadores, un comienzo con un plano secuencia ciertamente impactante y del que más voy a desvelar por razones obvias.
El segundo es también cinematográfico pero en este caso alusivo a quién lo protagoniza, Leigh Whanell, un actor y guionista de cierta relevancia actualmente dentro del género, aunque su rostro pudiera no resultar demasiado popular. Para situarles les informo que es muy amigo de James Wan (el monarca actual de este tipo del género junto a M. Night Shyamalan) y escritor y actor característico de fuste. En la primera faceta es el responsable de los libretos iniciales de la espléndida INSIDIOUS y de la más bien repulsiva –pero exitosa comercialmente- SAW. En el segundo también lo habrán podido ver en cometidos “secundarios” en ambas “erizantes” sagas.
Precisamente ese intenso comienzo que protagoniza Whanell en exclusiva –recuperado a medio metraje mediante “flash back”- genera unas expectativas que según avanza la trama se ven un tanto defraudadas, pues de mostrarse como una historia amenazadora va derivando progresivamente hacia un tópico relato de ser/monstruito sobrenatural.
Y que, además, no resulta original, pues ya en la década de los 90 cuenta con algún antecedente parejo, desde CANDYMAN, EL DOMINIO DE LA MENTE (aquí surgía tras ser nombrado el ente 5 veces ante un espejo) hasta –ya mediado la primera década del siglo- BOOGEYMAN, LA PUERTA DEL MIEDO (aquí era un armario el que albergaba el terror). Pero a su vez estos relatos bebían de un mito ancestral, el del hombre del saco. Con variantes eso venía a ser igualmente JEEPERS CREEPERS y secuelas. O ya en su vertiente inmaterial OCULUS: EL ESPEJO DEL MAL.
En cuanto a su espíritu son varios los que han hecho una comparativa con la reciente IT FOLLOWS. Respetando siempre lo que cada uno quiera equiparar no lo comparto en modo alguno. Desde luego, nada que ver, al menos en lo tocante a calidad, con la extraordinaria obra de David Robert Mitchell.
Referencias aparte, algo que puede venir bien o ser orientativo pero que no da la verdadera medida o calificación del trabajo a enjuiciar, lamento que pese a no mostrar mala factura la puesta en escena deje a veces un tanto que desear, al menos cuando pretende poner en liza ese contraste entre la ficción y realidad que viven los protagonistas tras haber invocado al ente.
Tampoco la criatura (todo un especialista en estas cuestiones, el mímico Doug Jones: así lo atestiguan MIMIC, EL LABERINTO DEL FAUNO, LEGIÓN, HELLBOY o DOOM) presenta relieve. No me genera inquietud y eso que su aspecto no se presta tan siquiera ni para mirar de reojo. Y el bichito digital que le acompaña resulta más bien risible.
La directora especialista en estos asuntos, Stacy Title (EL DIABLO VESTIDO DE NEGRO, la muy curiosa LA ÚLTIMA CENA), alejada de los platós desde hace diez años tira demasiado de clichés. Su trabajo en orden cronológico según lo visto en pantalla, va de más a menos. Su marido, el también actor Jonathan Penner, es el firmante un guión más bien rutinario y sin sorpresas.
La presencia de las veteranas y excelentes Faye Dunaway (BONNIE Y CLYDE, NETWORK, CHINATOWN, EL COLOSO EN LLAMAS, LOS TRES DÍAS DEL CÓNDOR), ésta en una aparición más bien grotesca, y Carrie-Anne Moss (MATRIX) ofrecen mayor interés o mención. Y los actores jóvenes resultan más bien olvidables. Tan solo me parece destacable la belleza de Cressida Bonas, una actriz, modelo y bailarina que alcanzó su mayor eco mediático en un pasado no precisamente lejano por haber sido la ex del príncipe británico Harry.
Poco más y poco menos da de sí. No aprueba pero también quiero dejar claro que no me contraría demasiado.
José Luis Vázquez
