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Diario de un Cinéfilo Compulsivo

 

Jueves, 27 de abril

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Foto: Clint Eastwood en Sin perdón/Unforgiven

-De madrugada me entero del fallecimiento del notable, del brillante director estadounidense, puntal destacado durante las pasadas décadas de los 80 y 90, Jonathan Demme:

Arrastraba un devastador cáncer de esófago desde hacía algún tiempo.

Corría mediados de febrero de 1991 cuando las plateas, los cines de medio mundo, se vieron estremecidos por una de esas películas que marcan una época, tendencia. Iba en torno a la búsqueda por parte del FBI de un atroz asesino en serie, Buffalo Bill, que se dedica a matar adolescentes arrancándoles la piel. La agente encargada del caso, Clarice Sterling, se ve obligada a “aliarse” con un horrible psiquiatra encarcelado, asesino, caníbal, el doctor Hannibal Lecter. El título ya lo habrán averiguado la mayoría, EL SILENCIO DE LOS CORDEROS.

Es una de las tres laureadas por Hollywood en ostentar el récord de haber obtenido los 5 Oscar más importantes: película, director, actor (Anthony Hopkins), actriz (Jodie  Foster) y guión (adaptado, de Ted Tally). Por cierto, las otras dos son SUCEDIÓ UNA NOCHE de Frank Capra y ALGUIEN VOLÓ SOBRE EL NIDO DEL CUCO de Milos Forman.

Su director, premiado también como he señalado, era precisamente Jonathan Demme, que aquí alcanzaría el máximo reconocimiento a nivel creativo y también público.

Pero no era ningún desconocido, ni un recién llegado, sino que ya acumulaba una filmografía francamente importante. Auspiciada inicialmente y curtida bajo la sombra ese tipo tan imprescindible para la industria de su país en la segunda mitad del siglo XX, Roger Corman, mecenas de muchos y muy importantes cineastas que comenzarían a abrirse camino durante los 70.

De aquél período inicial proceden unos cuantos títulos hoy en día apenas conocidos pero de lo más resultones, curiosos e interesantes: MELVIN Y HOWARD (una pequeña y particular historia de amistad entre un tipo corriente y el magnate Howard Hughes), LA CÁRCEL CALIENTE (su opera prima, un “thriller” carcelario de chicas subidito de tono), LUCHANDO POR MIS DERECHOS (un drama de venganza contra promotores inmobiliarios protagonizado por Peter Fonda), TRATAR CON CUIDADO/HANDLE WITH CARE (una peculiar comedia ambientada en el mundillo radiofónico), el por mí desconocido CRAZY MAMA o el más comercial y de mayor eco de esa primera tanda, el vigoroso suspense “hitchcockiano” EL ESLABÓN DEL NIÁGARA.

Este último fue el trampolín para dar el salto a otro tipo de producciones amparadas por “majors” o por canales más comerciales. Dicha etapa tuvo su preludio en un espléndido documental sobre los Talking Heads titulado precisamente STOP MAKING SENSE, un hito dentro del subgénero de conciertos filmados, de los que crearía escuela. Rodado en 3 noches y con 7 cámaras.

Llegaron trabajos llamativos que funcionaron bastante bien en taquilla, en especial dos, la vertiginosa, atípica y seductora comedia romántica ALGO SALVAJE (con Melanie Griffith). Y otra comedia, con anclajes en ambientes mafiosos, CASADA CON TODOS, con una rutilante Michelle Pfeiffer.

Y tras ese gran exitazo de su carrera, mencionado al inicio de esta reseña, llegaría el otro trabajo verdaderamente arrasador de su carrera, el popularísimo drama sobre el SIDA, titulado en España tal cual que en el original, PHILADELPHIA, con un tema musical principal no menos popular debido a Bruce  Springsteen. Uno de los primeros y breves (su personaje sería seriamente recortado en el montaje) papeles de Antonio Banderas en la meca y que supondría la primera de las dos estatuillas doradas seguidas que ha cosechado hasta la fecha Tom Hanks. Un melodrama emotivo y con fuerza.

A partir de ahí, más problemas para sacar adelante sus proyectos, o sencillamente, de mucho menor eco mediático. Destacaría BELOVED y LA BODA DE RACHEL. Y casi como colofón a su obra, otra espléndida aportación musical, NEIL YOUNG: HEART OF GOLD.

Era tío de otro director, este prematuramente desaparecido con poco más de 40 años, debido a excesos con las drogas. Me refiero a Ted Demme, firmante de la maravillosa BEAUTIFUL GIRLS.

Su trayectoria da para hablar muchísimo más, pero éste es tan solo supone un breve y puntual homenaje a un creador francamente importante en el panorama cinematográfico del último cuarto del siglo XX.

Fue un tipo de éxito y quienes le conocieron, entre ellos Pedro Almodóvar del cual era amigo, destacan su bonhomía y su calidez. Y fuimos muchos los que cruzamos más acogidos el rubicón de la década de los 90 gracias sus luminosas propuestas en celuloide.

Descanse en paz. 

-He hablado y escrito tanto sobre SIN PERDÓN (UNFORGIVEN) que no me voy a enseñar esta vez con los lectores habituales de esta sección. Seré muy breve, palabra de “adorador” de Eastwood:

Sí reiterar que ante cada nuevo visionado se engrandece –algo que ya es difícil- más y más.

El más colosal, también intimista, de los últimos cantos del cisne del western y, a la vez, un título revitalizante sobre un tipo de historias que jamás morirán… salvo que los dichosos tiempos virtuales acaben con todo, pero espero no pasearme para entonces por el planeta.

Una lúcida revisión “eastwoodiana” de su obra y de este maravilloso tipo de cine. Una reflexión sobre la violencia repleta de lucidez (exclama William Munny “cuando matas a alguien no sólo le quitas todo lo que tiene, sino también lo que podría llegar a tener”).

Desmitificadora y épica, reflexiva y física, luminosa y sombría, clásica y moderna, es una obra  indispensable en la trayectoria de su autor y del propio género. En este caso lo de los Oscar es lo de menos, pero aún sí, indicar que obtuvo 4, entre ellos el de película y director.  

Frase publicitaria:

“Era una cuestión de honor en un tiempo en el que los jueces eran asesinos, los forajidos eran héroes y una mala reputación valía tanto como el oro”

Frase:

“Quien no quiera morir será mejor que se aleje de aquí” (Clint Eastwood)

-Primera producción finlandesa que asoma a Los Jueves al Cine, EL OTRO LADO DE LA ESPERANZA (TOIVON TUOLLA POLLEN):

Entre las 243 proyecciones vistas hasta la fecha, se han visto obras procedentes de 40 países de todo el mundo, de todos los continentes. Creo que es una cifra más que respetable y que resulta reveladora de la diversidad temática y global de esta actividad tan querida por mí.

Reflexiones sueltas propias y ajenas (algunas de las segundas extraídas del espléndido programa de Radiotelevisión Española DÍAS DE CINE, que hizo una ejemplar crítica en torno a la misma)… Pequeño bosquejo, si prefieren:

-Dura o tal vez no muy recomendable para ex fumadores y ex bebedores.

-Estupendo trabajo CROMÁTICO… Colores muy vivos y contrastados.

-Cine POLÍTICO DESPOLITIZADO. No resulte cargante, no se da la brasa, ni suelta moralina. Su director se posiciona claramente… por los más desfavorecidos, por los perdedores. Supone un “elogio” de los anti héroes. En ningún caso estos se auto lamentan o flagelan.

-Supone una respuesta ante el estado de las cosas. Es un retrato crítico sobre la precariedad sin perder el humor… un tanto negro en algún momento y también a ratos absurdo.

-La mayoría de sus personajes hablan lo justo. En eso parece heredero del cine del admirable Robert Bresson… con más sentido del humor y en una versión más cercana y simpática.

-Los autóctonos son inexpresivos; los inmigrantes resultan más comunicativos, mucho más “cálidos”.

-Se ha conseguido una película de una sólida y apabullante simplicidad.

-Las películas de su excelente director, el finlandés Aki Kaurismaki, suelen alejarse del ruido. Por este trabajo obtuvo el Oso de Plata al mejor director en la BERLINALE.

-Respecto a la crisis, a los refugiados, el pesimista recalcitrante que dice ser Kaurismaki, aboga por que se produjera actitud europea de mínima decencia humana. De hecho, Europa en lo que respecta a su país no queda muy bien parada, aunque siempre hay ciudadanos que compensan con su generosa actitud las trabas o los muros burocráticos y gubernamentales.

-Varias de sus señas de identidad vuelven a estar aquí presentes: Planos medios y montaje rápido de planos hieráticos; un tono entre “dickensiano” y de cuento navideño (ni mucho menos es excluyente el uno del otro, más bien lo contrario).

-Consigue recrear de nuevo un universo muy personal e intransferible. Hasta su sentido del humor, desconozco si finés o particular suyo, es un tanto especial y cautivador.  Casa perfectamente con su actitud de PESIMISTA RECALCITRANTE.

-La escena del abuso de la hermana de KHALED está expuesta con suma elegancia y capacidad de sugerencia.

-Constituye la segunda entrega de lo que el propio director ha dado en denominar el propio director una “trilogía portuaria”. La primera fue EL HAVRE, la tercera espera que sea una comedia. En cualquier caso, se postulan de una manera pero acaban derivando en otra… Bien podría ser llamada también “trilogía de los inmigrantes”.

-Si no la conocen recuperen todo lo que puedan de su filmografía. Les sugiero algunos títulos para comenzar, para foguearse: UN HOMBRE SIN PASADO, LA CHICA DE LA FÁBRICA DE CERILLAS, NUBES PASAJERAS, EL HAVRE…

-Otro aspecto a destacar es esa extraordinaria banda sonora que contrapuntea la trama…. Diegética, entre country local, folk…

-Está plagada de múltiples detalles curiosos. Muchos artilugios, desde coches hasta esas casi anacrónicas máquinas de escribir (en tiempos informatizados) parecen extraídos de un tiempo que se ha parado, relativamente atemporal… sin duda alguna específicamente cinematográfico.

-En este segundo visionado me resulta aún más seductora, melancólica, agridulce, amarga, necesaria, finalmente esperanzadora (o así quiero, así deseo creerlo).

-Pasmosamente entrañable, fascinante. Helsinki se muestra de manera muy atractiva pero sin caer en la tarjeta postal.