Se ha celebrado este fin de semana el Congreso Federal del PSOE. Al que suscribe le importan un pimiento las cositas domésticas de los partidos políticos, devenidos en sociedades de socorros mutuos en los que se colocan a todo tipo de sujetos y sujetas que fuera del ámbito de la política no servirían ni para sujetar un cirio. No hay más que ver los personajes que pululan por el Partido Socialista con mando en plaza para que se haga presente la inmortal frase de Belmonte. Lo que ya me va gustando menos es que se continúe con la cantinela de la formación de una mayoría parlamentaria que serviría para echar al partido del Gobierno del poder. Eso no es más que una perversión del juego democrático y de los principios que rigen la democracia liberal. Ustedes, amigos socialistas, no han ganado las elecciones y además cada vez son menos votados. Esa y no otra es su realidad. Si insisten en los rollitos con los wecanners les van a comer la tortilla. Al tiempo.

No seré yo el que se convierta en el abogado defensor de un tipo como Montoro, ese niño al que le robaban el bocadillo en el recreo. Tampoco voy a defender el sistema confiscatorio establecido por el citado personaje; pero lo que es obvio es que si nos esquilan y nos esquilman, y mientras nos defendemos, por caja pasa todo quisque. No vale que ciertos señores como Cristiano Ronaldo (hay otros) se cachondeen de los ciudadanos españoles, sufridos contribuyentes, por el hecho de ser (o creer ser) unos tipos muy guapos, muy ricos y muy listos. A pagar, querido. Y si se te ha ido la mano en exceso, apertura de diligencias penales. Y si no te gusta, ya sabes: ajo y agua. La pataleta de niño soberbio y malcriado ha de importarnos una higa. Si quieres dejar el club madridista, es problema tuyo y del presidente del mismo. Vas a pagar lo que debas, vivas donde vivas y juegues donde juegues. Lo que es divertido es comprobar que la prensa madridista, tan proclive al ídolo, ahora se cura en salud, manifestando que el Madrid ha ganado todos los partidos en los que no ha jugado el portugués.

Ayer sábado un toro mató un torero. El vasco (sí, vasco) Iván Fandiño falleció ayer en Francia mientras hacía un quite a un toro que no era de su lidia. Era un buen profesional y un hombre que se sobrepuso a variadas circunstancias para cumplir su sueño. Espíritu de sacrificio se llama eso. Su muerte nos revela la verdad del toreo. Descanse en paz.

El próximo día 20 de junio el Museo Thyssen inaugura una impresionante exposición dedicada a los maestros venecianos del XVI: El Renacimiento en Venecia. Triunfo de la belleza y destrucción de la pintura. Un minucioso recorrido que, partiendo de sus propios fondos y colecciones, consigue reunir obras excepcionales como El rapto de Europa, de Veronés procedente del Palazzo Ducale, que sale por vez primera de Italia. Otras obras maestras son Retrato de un hombre joven, de Giorgione, proveniente de la

Galería de la Academia de Venecia; Retrato de una mujer (La Bella) de Tiziano, delos Uffizzi; o el Retrato de Francesco María Della Rovere, duque de Urbino, también de Tiziano. En total 89 obras de Veronés, Tiziano, Tintoretto, Lotto, Giorgione y Del Piombo. Una oportunidad excepcional para conocer “casi toda” la pintura veneciana, si tenemos en cuenta que la mayor colección de dicha pintura fuera de Italia se encuentra en el Museo del Prado.

Y para beber con esta brutal canícula adelantada, un vino de cine: el Sanclodio 2016; un Ribeiro de la bodega familiar del director de cine José Luis Cuerda. Elaborado con uvas autóctonas de la Parroquia orensana de Gomáriz, es firme, fino, elegante, fresco, afrutado y floral. Recién embotellado hacia mediados de abril, es una virguería por menos de 10 euros.

Sigan con salud.

Foto: elmundo.es